Mercados

Trigo, el único ganador en la pandemia (pero a la sombra del kirchnerismo)

Sin implicancia en el mercado de los combustibles ni el forraje, el trigo mantiene una demanda alta y posiciona a la Argentina. Pero en el fondo está el 'miedo' al gobierno 'bifécalo'.

19 May 2020

"El trigo es el que mejor la está pasando en este contexto, y esto debería mantenerse de aquí en adelante"

La frase es del consultor Dante Romano, quien con Celina Mesquida y Enrique Erize que encabezaron el panel sobre Mercados granarios en A Todo Trigo e hicieron una radiografía del mercado del cerealo con la moderación de Raúl Dente, director ejecutivo de la Federación de Acopiadores.

Los tres analistas resaltaron el papel clave de la Argentina como proveedor del cereal al resto del mundo en medio de la pandemia de coronavirus.

Dante Romano, analista de FyO, remarcó las diferencias con los precios de la soja y el maíz desde que se desató la crisis del Covid-19. "Es que el cereal no tiene implicancias en biocombustibles ni en el forraje, como sí ocurre con los otros dos productos. De hecho, al estar en confinamiento, las personas consumen más alimentos de contenido farináceo", destacó.

Para Romano, es interesante ver algunas particularidades del mercado de trigo antes de hacer conclusiones: mientras existen mercados que se mueven por la cercanía para la compra y venta, también es cierto que si alguno de los países tiene un problema, habrá impactos y movimientos complejos de anticipar, muchas veces explosivos. El grueso de los países productores se ubica en el hemisferio norte, y eso genera un efecto de estacionalidad bastante fuerte entre junio y julio. También hay varios países importadores, a diferencia de lo que pasa con el mercado de soja. Y, además, se arman mercados regionales.

"Hay países que son grandes productores, pero su participación en la exportación es menor. Y están China e India, que producen mucho pero se autoabastecen y no participan tanto del comercio internacional. Sacando a esos dos jugadores, vemos que los niveles de stock/consumo para la campaña 2020/21 son parecidos a los promedios: no son los niveles altos que vimos de 2014 a 2017, ni tampoco los bajos de 2012/13. Esto tiene una correlación directa con los niveles de precios", analizó. 

En ese sentido, el experto tomó el termómetro de los precios de Chicago en los años de rangos intermedios y recordó que eran de entre 500 y 600 centavos de dólar por bushels. "Hoy trabajamos en un nivel similar. Viendo un mundo en el cual la relación stock/consumo está en niveles promedio, no deberíamos registrar picos de locura en el precio de trigo, ni niveles tan bajos como los de 2017/18", adelantó.

La demanda, la gran incógnita

Celina Mesquida, broker RJO'Brien, en tanto, también hizo fuerte hincapié en la actual crisis mundial y aseguró que los commodities no se quedaron afuera del enorme movimiento que generó la caída del petróleo. "La baja drástica en el consumo de combustibles impactó en el derrumbe de precios del maíz y la soja. El trigo, en comparación, no tiene un componente energético. En 2020, la relación trigo/maíz fue muy favorable al trigo en detrimento del maíz, pero no es que el trigo subió muchísimo, sino que el maíz bajó demasiado. Ahora, vemos que el trigo está bajando un poco más", indicó.

La analista resaltó que, hoy, el trigo no tiene problemas de producción y existe un crecimiento de stocks mundiales en relación al año pasado, tal como lo informó el Usda en su reporte de mayo, que generó un desplome en los precios. "No sabemos cómo seguirá todo más adelante. El problema hoy es que no podemos hacer un análisis limpio de oferta y demanda, porque la demanda es la gran incógnita. Muchos países van a seguir comprando trigo, pero no sabemos si todos lo van a vender, porque lo que se va a resguardar ahora es la soberanía alimentaria", aseguró.

 Como ejemplos, se apoyó en los casos de Rusia, que anunció que frenará cuotas de exportación hasta que no arranque la nueva cosecha; Rumania, que dijo que sólo exportará a países de Europa; o China, que no quiere comprar cebada de Australia porque ese país levantó una investigación para saber dónde se originó el Covid-19.

El miedo

"Tengo miedo de que suban las retenciones al trigo. No le tengo miedo al Poder Ejecutivo sino al Legislativo, al gobierno bicéfalo que tenemos. Hay un sector con muchas ganas de meter un manotazo". 

Las declaraciones le corresponden a Enrique Erize, presidente de Nóvitas, en su exposición del jueves en A Todo Trigo online.

Para Erize, esas decisiones llegarían por parte de un sector vinculado a Cristina Fernández de Kirchner, y no del presidente Alberto Fernández ni del ministro de Agricultura, Luis Basterra.

"En el Ministerio dicen que el registro de DJVE está abierto, pero está cerrado de hecho. Hace dos meses que los exportadores no pueden declarar. Si uno va a declarar, piden que lo haga a US$ 240 FOB ¿Ese es el verdadero precio FOB argentino, o es el precio índice que pone el Ministerio?", disparó.

Según el analista quedan 5,2 millones de toneladas de trigo en manos de productores, acopiadores, cooperativas y exportadores, mientras que a la industria le faltarían comprar 3,5 millones para llegar a las 6,2 millones de toneladas que la molinería quiere terminar de moler este año.

"Sobra trigo. ¿Quién lo tiene? Los exportadores tienen 2,9 millones de toneladas, porque vendieron 12 millones de las 14,9 que compraron. Los interrogantes para adivinar qué va a pasar tienen que ver con la localización", consideró.

Para Erize, hay dos escenarios posible de junio a octubre, y tienen que ver con que se abra o no el registro de DJVE. "Si abren el registro y dejan que Brasil venga a comprar un millón de toneladas más, que se podría hacer, entonces podemos venderle a US$ 240 FOB, un precio que queda en US$ 200 con las actuales retenciones. Pero si Brasil no puede volver a comprar porque cerramos el registro, entonces los que tienen trigo sin vender no esperen nada", disparó.

Para el analista, si esta última opción se da, la pulseada se va a resumir al productor y exportadores versus la industria. En ese marco, el trigo aumentará, pero esa ganancia no le llegaría al productor.

"¿A cuánto lo compraban los exportadores? A US$ 200 . ¿Lo van a vender a los molineros al mismo precio? No. Seguramente el trigo va a subir, ¿pero los productores lo van a ver? Tengo algunas dudas", expresó.