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Simposio del agua - Sequías, nevadas y manejo del recurso

Estatus hídrico de las cuencas argentinas: Paraná, Centro y Cordillera

28 Ago 2020

 El Ingeniero Hugo Rohrmann, ex Director de Estudios de la Administración Provincial del Agua (APA) de Chaco, y Docente y Consejero en la Facultad de ingeniería de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), quien habló de la bajante extraordinaria del río Paraná y las consecuencias productivas, comerciales y sociales. También participó El Ing. Juan Borús, subgerente de Sistema de Información y Alerta Hidrólógico del Instituto Nacional del Agua (INA), habló de la Cuenca Central y advirtió de "la seriedad y complejidad de la situación actual" en casi toda la Argentina. "El índice de sequía que golpea más al agro se ha incrementado. Los incendios pueden continuar en la temporada invernal y en el comienzo de la primavera", advirtió. El panel se completó con el Ing. Rubén Villodas (Gestión Hídrica del Dpto. Gral. de Irrigación) que refirió a las cuencas de la Cordillera conformada por los ríos Mendoza, Tunuyán, Diamante, Atuel y Grande. Todos dependen de las nevadas, que este año han sido superiores en hasta ocho veces más que años anteriores. En un siguiente panel ewl tema fue Adaptando la agricultura siempre verde a distintas regiones climáticas, con el concurso del Ing. Agr. Jorge Mercau, coordinador de ‘Interacción entre AgroEcosistemas y Napa Freática' del INTA San Luis, y su colega Ing. Agr. Matías Cambareri, responsable del Laboratorio de Agrometeorología del INTA Balcarce. Enfrentamos el desafío de desarrollar un manejo adaptativo. Adaptar el plan de transpiración a la variabilidad esperable y monitoreada de la oferta hídrica para reducir riesgos de sequías y excesos, y maximizar la producción de servicios, incluida la producción. En agua, pero también en fertilidad y manejo de adversidades, se hace necesario el monitoreo a campo de procesos críticos para decidir y evaluar las hipótesis de manejo en sus escalas adecuadas. Una intensificación en el uso de teoría ecológica en esas tres dimensiones abre grandes oportunidades de mejora. "La traspiración es la salida de agua que tenemos que lograr del sistema. Es la única que permite la generación de biomasa y del rendimiento que condicionará la rentabilidad de negocio agropecuario", dijo Mercau. Cambareri caracterizó un ambiente de buena oferta de agua y analizó las posibles adaptaciones para no desaprovechar el agua. También habló de las proyecciones de cambio climático para Argentina. "Adoptar prácticas de manejo agrícola que permitan mantener una cobertura de suelo por más tiempo va a minimizar los riesgos", dijo. Un tercer panel puso sobre la mesa la cuestión del Agua para la producción climaticamente inteligente. El Ing. Luis Loyola (desde Roma, Italia) y el Ing. Agr. Pablo Valdivia (desde Nicaragua) fijaron posición sobre la agricultura climáticamente inteligente (ACI). Lo hicieron teniendo presente que es un nuevo enfoque basado en la disponibilidad de más y mejor información, nuevas tecnologías de gestión de esa información y la posibilidad de diseñar estrategias de planificación de largo plazo. Buscan que los sistemas de producción sean más resilientes, disminuir los impactos ambientales y gestionar mejor los riesgos del cambio climático. En el marco de la ACI se podrá determinar cuáles son las tecnologías más propicias, su financiamiento y su temporalidad para poder reducir las pérdidas al máximo posible.