Maquinaria

En reversa: la maquinaria agrícola cambió la marcha con la que había arrancado la cuarentena

Luego de tres años de crecimiento en la producción, el sector muestra una caída en el nivel de actividad. Incide el clima, pero la macroeconomía tampoco lo ayuda.

La cuarentena obligatoria por el Covid-19 , dispuesta el 20 de marzo de 2020, duró poco tiempo para la industria de la maquinaria agrícola . Luego de permanecer 10 días hábiles paralizada, a partir del 3 de abril se convirtió en actividad esencial y su producción comenzó a crecer a un ritmo superior al de años anteriores.

A tal punto que cerró 2020 con 19.900 unidades vendidas en el mercado doméstico (entre tractores, cosechadoras, sembradoras e implementos agrícolas), 19% más que en 2019, según datos del Indec.

Su desempeño contrastó con el de la producción industrial en general, que perdió terreno respecto del año anterior, en tiempos en los cuales las restricciones sanitarias gobernaban la economía.

El financiamiento, con tasas subsidiadas que en ese momento rondaban el 20% anual en pesos, era el motor de la comercialización de equipos agropecuarios, sumado a una cosecha de granos que aportaba volumen y rentabilidad.

El crecimiento en la producción y en las ventas se consolidó en 2021, cuando los cuatro rubros principales de la industria comercializaron 21.918 unidades, lo que representó un incremento de 10% respecto del año anterior.

Trabajando al tope de la capacidad instalada y con proyectos de inversión en marcha, las empresas de maquinaria agrícola dinamizaron el mercado laboral.Entre mayo de 2020 y junio de 2021, la cantidad de empleos generados por el sector en Córdoba creció 20,8%, según el Monitor de Actividad Productiva que periódicamente elabora el Ministerio de Industria, Comercio y Minería de la Provincia.

"Se trata de la rama industrial con mayor generación de empleo", valoró el Gobierno en ese entonces.

Sequía y algo más

El año pasado, sin embargo, la actividad comenzó a mostrar signos de fatiga; aunque la inercia que traía de meses anteriores (para cumplir con las entregas de productos vendidos con anterioridad) compensó la caída en nuevas ventas, en especial en el último trimestre.

Debido a ello, el mercado nacional se contrajo 1% en la comparación interanual, con 21.700 unidades vendidas.

Lo que preveían los industriales del sector, a partir de una sequía que golpeaba con fuerza a toda la actividad agroindustrial, se materializó en el primer trimestre del año, con rubros que muestran una caída en la producción superior al 40%.

La falta de financiamiento a tasas subsidiadas y la iliquidez provocada por el fracaso en la cosecha frenaron el impulso que traía el mercado. A tal punto que ya hay fábricas que recortaron un día su jornada semanal, para defender los puestos de trabajo.

Si bien el clima condicionó de sobremanera la performance del sector, la coyuntura económica tampoco se la hizo fácil.

A partir del segundo semestre del año pasado, los primeros días de vigencia de las restricciones impuestas a través del Sistema de Importaciones de la República Argentina (Sira) generaron inconvenientes en las fábricas de maquinaria agrícola.

Plantas como las de John Deere, en Santa Fe, y CNH Industrial, en Córdoba, tuvieron que paralizar de manera momentánea su producción debido a la falta de insumos.

A raíz de eso, las empresas globales con plantas en el país llevaron a cabo una negociación con el Gobierno para lograr un ritmo de autorización de licencias que les permitiera, como mínimo, mantener la producción y preservar la mano de obra.

La contraprestación a ese acuerdo fue la restricción casi total al ingreso de productos terminados. Así varias economías regionales, como la algodonera, la vitivinícola y la de caña de azúcar, se vieron afectadas por la provisión de maquinaria especializada.

En esa coyuntura, las fábricas se conforman con seguir trabajando y abasteciendo a un mercado que se muestra pesado en la generación de nuevos negocios.

El desafío es mantener las plantas activas. El objetivo de subsistencia no es diciembre, que aún está lejos en el calendario si se piensa en un cambio de Gobierno: es el día a día. "En algún momento habrá buena cosecha de granos, un tipo de cambio único y financiamiento. Mientras tanto, hay que seguir para adelante", admitió un industrial del sector.

Con una planificación más ajustada, el grupo de empresas globales agrupadas en la asociación nacional que las reúne proyecta un primer semestre con números similares a los del año pasado.

La coyuntura económica, sin embargo, no les da respiro.

La resolución 5.339 de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) les pegó a todas las industrias.

La decisión oficial de suspender hasta el 31 de diciembre el régimen de percepción, que permitía a las grandes importadoras estar exentas del pago del Impuesto al Valor Agregado (IVA) y del Impuesto a las Ganancias, representa un nuevo sobrecosto.

En el sector de la maquinaria agrícola advierten que el mayor costo financiero reduce la competitividad y termina encareciendo los productos finales, en un escenario en el que la demanda ya frenó su marcha.