Internacionales

Los agricultores siguen protestando por el mundo

En India y España se movilizaron productores agrarios por la suba de precios para la producción, aumento de impuestos en los insumos y falta de protección en los precios de venta.

En India, tras fracasar la rueda de negociaciones, el movimiento de agricultores retomó el plan de marchar hacia la ciudad capital de Nueva Delhi, partiendo desde los estados aledaños de Punjab y Harayana. Las fuerzas de seguridad han montado un sistema de barricadas y ya se produjeron enfrentamientos en los queresultó herido de muerte un manifestante y otros están hospitalizados. 

La propuesta del gobierno era contratos de cinco años con precios garantizados en cultivos para el maíz, legumbres y algodón. Pero los agricultores plantean la protección de precios mínimos para 23 cosechas, la condonación de préstamos y el retiro en las causas judiciales por las protestas realizadas durante 2021. En la actualidad, el gobierno establece un precio mínimo de compra en algunos cultivos esenciales, aunque en la práctica sólo se aplica para el arroz y el trigo.

Desde el gobierno, en rueda de prensa, han manifestado que "La solución surgirá de las conversaciones y discusiones. Les pediríamos (a los agricultores) que el problema se resuelva pacíficamente" ; así lo planteó el parlamentario oficialista, Ravi Shankar Prasad.

En España, el día miércoles se produjo una concentración de agricultores en la ciudad de Madrid reclamando "competencia desleal" dentro de la Unión Europea (UE). En una situación similar a la que afecta al conjunto de los movimientos de productores que han protagonizado levantamientos en este comienzo de 2024, diferentes referentes españoles señalan como insuficientes las medidas que proponen los gobiernos para proteger el desbalance entre los costos de producción y los bajos precios de los productos importados.

Así lo planteó a los medios Luis Cortés, coordinador nacional de Unión de Uniones: "repercutir los costes de producción en el precio final del producto, para no vender a pérdidas" y "las mismas condiciones (a los productos importados) con las que nos obligan a producir a los agricultores españoles".