Sancor vrs Atilra : golpe contra golpe
Mientras que ocho empleados de la planta de SanCor en Sunchales enfrentan imputaciones por presuntas amenazas, el gremio elevó nuevas denuncias contra el directorio, acusándolo de maniobras fraudulentas y estafas.
Ocho empleados de la planta de SanCor en Sunchales enfrentan imputaciones por presuntas amenazas, según lo anunció el fiscal Juan Manuel Puig de la Fiscalía Regional N°5 de Rafaela.
Los cargos incluyen "amenazas calificadas por el propósito de compeler a otras personas a hacer abandono de su lugar de trabajo", así como "usurpación por turbación de la posesión" y "amenazas coactivas".
Este desarrollo surge en medio de un prolongado conflicto entre la cooperativa láctea y el sindicato de trabajadores de la industria lechera (ATILRA). La cooperativa había presentado denuncias contra unos 40 miembros del gremio por bloquear sus plantas de producción en meses recientes. Las protestas sindicales han sido potentes, con bloqueos que impidieron a los empleados acceder a sus puestos de trabajo con normalidad.
Los bloqueos, que se remontan a octubre de 2023, han afectado gravemente la producción y comercialización de los productos lácteos de SanCor. Aunque el conflicto ha tenido momentos de pausa, las tensiones persisten, con acusaciones de parte y parte.
El gobierno provincial intervino en febrero de este año, enviando fuerzas policiales para garantizar la entrada y salida de camiones y permitir que los empleados accedan a sus lugares de trabajo. Esta acción ha sido criticada por el sindicato de trabajadores, que la considera una escalada de intimidación.
Mientras tanto, el gremio ha elevado nuevas denuncias contra el directorio de SanCor, acusándolos de maniobras fraudulentas y estafa. Se centran en un fideicomiso opaco abierto en el Banco Bice, que, según el sindicato, podría haber sacado fondos de la empresa, poniendo en riesgo a los acreedores.
La situación financiera de SanCor es precaria, con una drástica disminución en la producción y empleados suspendidos que cobran salarios reducidos. El gremio responsabiliza a la gerencia de la empresa por la crisis, mientras que esta acusa a los sindicatos de obstaculizar su funcionamiento. La disputa continúa, mientras la emblemática cooperativa láctea argentina se enfrenta a un futuro incierto.