El dilema del productor: el 41% de la soja irá a pagar alquileres y frena la venta
Mientras el Gobierno apura al campo a liquidar divisas, un informe revela que gran parte de la soja ya tiene destino: pagar alquileres de tierra. Productores explican por qué prefieren guardar el grano en bolsones antes que venderlo al tipo de cambio actual.
¿Vendo o no vendo? Esa es la pregunta que muchos productores argentinos se están haciendo en pleno avance de la cosecha gruesa. Y la respuesta, en muchos casos, es clara: "no vendo, porque la soja ya está destinada a pagar el alquiler del campo".
Según un informe elaborado por Néstor Roulet, productor y exfuncionario, el 41% de la cosecha de soja 2025 ya está comprometida para cubrir contratos de arrendamiento rural. En otras palabras, de las 46 millones de toneladas proyectadas, cerca de 19 millones se utilizarán para ese fin.
"El productor argentino es conservador. No especula, quiere vivir tranquilo", afirmó Roulet en declaraciones a La Nación. Su informe, titulado "¿Vendo o no vendo?", pone blanco sobre negro una dinámica que explica por qué no hay una oleada de ventas masivas pese a los reclamos del Gobierno nacional.
Los números detrás de la decisión
Roulet estima que el 60% de las 33 millones de hectáreas sembradas con granos en Argentina están alquiladas. En el caso de la soja, el promedio de alquiler equivale a 12 quintales por hectárea, lo que representa un gran compromiso para el productor que, además, debe afrontar fletes (10%), servicio de cosecha (8%) e insumos (35%), muchos de ellos pactados en dólares.
¿El resultado? Luego de cubrir esos gastos, "al productor le queda la mitad" de su producción disponible. Y lo que queda, no lo vende.
En reuniones recientes, Roulet relevó las respuestas de varios productores tras preguntarles qué harían con la soja restante. "Todos dijeron que la guardaban para el alquiler o para iniciar la próxima campaña", explicó.
Un tipo de cambio poco atractivo y la amenaza de retenciones
La decisión de no vender también responde a un tipo de cambio que consideran desfavorable, aún más luego de la eliminación del "dólar blend". A esto se suma la advertencia del presidente Javier Milei, quien advirtió que a partir del 1º de julio las retenciones de soja volverán al 33%.
A pesar de la presión oficial, los productores no ceden. "Nadie consideró hacer carry trade ni tomar un crédito en dólares garantizado con soja. No es su juego. El campo produce, no especula", sentenció Roulet.
En línea con este análisis, Diego Dequino, exdirector del Banco Nación, fue claro: "El precio de la divisa no es especulativo para el productor, es central. Opera en dólares. No vender es protegerse de su propia incertidumbre".
Lejos de las lecturas simplistas que reducen al campo a una actitud especulativa, este informe revela una lógica económica y financiera concreta: la soja es hoy un activo clave para sostener la estructura productiva y garantizar el ciclo agrícola siguiente. Venderla, en estas condiciones, no es una opción viable para miles de productores