Vuelven a ganar terreno las gramíneas en las rotaciones y se achica la soja
Tras haber subido el año pasado por la chicharrita, la relación soja/gramíneas cae a 1,4, acercandose al mínimo histórico.
Vuelven las gramíneas y la sustentabilidad como estrategia para enfrentar un escenario de márgenes ajustados. El girasol tambien gana terreno como opción defensiva.
Viernes, sábado y lunes con probabilidad de lluvias en la región
A partir de la mañana del viernes 13 se esperan chaparrones y tormentas aisladas. Esta inestabilidad seguirá hasta el mediodía del sábado 14. Pero entre la mañana y la tarde del lunes vuelven las probabilidades de lluvias.
"El océano Atlántico, sobre las costas de Sudamérica, presenta un calentamiento más moderado que los últimos ocho meses. Con el viento del noreste, aumenta la probabilidad de transitar un invierno con temperaturas menos rigurosas", dice el consultor Elorriaga.
La soja vuelve a ceder terreno región núcleo
En los últimos 15 años, la soja empezó a perder protagonismo en región núcleo. La relación soja/gramíneas -que indica cuántas hectáreas de soja se siembran por cada una de trigo y maíz- viene en descenso. La situación actual contrasta fuertemente con la campaña 2014/15, cuando el índice alcanzó su máximo histórico: 4,4. Es decir, por cada hectárea de gramíneas (trigo + maíz), se sembraban más de cuatro de soja. Hoy, esa proporción cayó a 1,4 y vuelve a tomar el camino de aproximarse al uno a uno. Hace tiempo que el productor le está dando más lugar al trigo y al maíz. Y no es casualidad: la rotación gana terreno porque mejora la sustentabilidad del sistema, aporta estabilidad productiva y económica, y permite enfrentar mejor el escenario de márgenes ajustados. Por otro lado, el cultivo de soja se ha quedado en el camino respecto al crecimiento tecnológico que siguen protagonizando el trigo y sobre todo el maíz. El mínimo histórico de esta relación se registró en la campaña 2021/22 (año que coincidió con el récord productivo de trigo en la región núcleo, con más de 7 millones de toneladas) alcanzando un índice de 1,23. Y todo indica que en la 2025/26 ese piso estaría cerca de volver a tocarse. La soja sigue siendo clave, pero pierde fuerza frente a la elección de las gramíneas. También resurgieron otros cultivos, como el girasol, que avanza especialmente en el noroeste bonaerense y en el sudeste cordobés; y, en menor medida, el sorgo.
El girasol vuelve a la rotación de la región núcleo
El girasol se confirmó como una excelente opción defensiva en la región núcleo durante la campaña 2024/25, con resultados muy positivos en rendimiento. El año pasado, en un contexto climático complicado, con un pronóstico de "Niña" moderada y el temor a la chicharrita, el cultivo resurgió con fuerza. En zonas como el noroeste bonaerense y el sudeste cordobés, donde tradicionalmente se cultivaba maíz tardío, muchos productores optaron por el girasol -y en menor medida por el sorgo- para sortear esas limitaciones, junto con una soja que arrastraba márgenes muy ajustados y que en esos ambientes con limitantes suele tener un desempeño acotado.
Para esta campaña, aunque el miedo a la chicharrita disminuyó y eso permite volver a ver más maíz tardío, los productores de suelos más restrictivos parece que seguirán apostando al girasol. Las razones son alta tolerancia a la sequía y cosecha temprana en febrero, lo que permite aprovechar la recarga otoñal y sembrar cultivos de cobertura o trigo en la campaña siguiente. Le siguen las ventajas de contar con ingresos financieros anticipados y rendimientos estables, especialmente en suelos donde la soja no supera los 25 qq/ha, márgenes que resultam competitivos frente a la soja. Y además: posiblidad de bonificaciones en la comercialización por el contenido de materia grasa.
La renta del girasol en campo propio es de 219 u$s/ha, con rindes promedio de 20 quintales. En campo alquilado, ese margen baja a 60 dólares, pero sigue siendo positivo y atractivo para productores que buscan cuidar la inversión y reducir riesgos. En comparación, una soja sembrada en ambientes restrictivos , donde los rindes no superan los 30 quintales por hectárea, deja un margen neto de 154 u$s/ha en campo propio, pero se vuelve negativa en campo alquilado, arrojando una pérdida de 15 dólares por hectárea, una vez descontados los impuestos y considerando un alquiler de 10 quintales por hectárea.
A pesar de los contratiempos, ya se sembró más de la mitad del trigo
En la última semana, la siembra de trigo avanzó 35 puntos porcentuales en la región núcleo y alcanza el 55% del área proyectada, igualando el progreso del año pasado para esta misma fecha. En el centro-sur de Santa Fe, las labores están prácticamente finalizadas y los primeros lotes, implantados desde el 22 de mayo, muestran emergencias muy buenas. En el sur santafesino se sembró el 45% del trigo. Los retrasos responden a excesos de humedad por las jornadas nubladas, nieblas persistentes y lloviznas intermitentes que mantuvieron los suelos saturados, sumados a las demoras en los barbechos. En el noreste bonaerense, las tareas comenzaron a generalizarse tras el avance lento por el barro y la elevada humedad en los lotes. Allí, se sembró el 20% del trigo. En cambio, en el noroeste de Buenos Aires la implantación ya alcanza el 45%. En el sudeste de Córdoba -particularmente en Monte Buey y Corral de Bustos- se reportan avances del 80% al 90% en la siembra.
Por Marina Barletta - Florencia Poeta - Cristián Russo