La rentabilidad de la actividad ganadera vacuna se ha tornado interesante a partir de 2018, por lo cual es un negocio que en el futuro va a dar resultados positivos en la Argentina. Actualmente una vaquillona preñada en nuestro país cuesta alrededor de u$s 429 y es más barata que los u$s 530 o más que cuesta en Uruguay, centro de referencia para muchos productores pecuarios de nuestro país, especialmente en la actividad de cría.
En Uruguay el precio de venta actual es 25/30 % más caro que lo habitual, debido en parte a que el tipo de cambio estaría por debajo del equilibrio de largo plazo. Hace 5 años en Uruguay el precio de una vaquillona de cría era aproximadamente de unos u$s 400, mientras en la Argentina dicho precio rondaba los u$s 765/800 el animal. Es decir, se ha mejorado el precio en dólares de la Argentina, lo que hace más atractivo el desarrollo de la ganadería, aunque cabe aclarar que es difícil establecer un precio promedio en nuestro país pues el mercado está muy volátil.
Un factor importante de esta mejora es resultado del tipo de cambio en un valor cercano a la paridad teórica de equilibrio (PTE) que será de alrededor de 44 $/u$s para el cierre de 2018. El tipo de cambio de mercado hacia fines de noviembre de 2018 está en cerca de los 40 $/u$s, pero de ellos hay que restar los derechos de exportación de los productos pecuarios que son de 4 $/u$s. Esta combinación del tipo de cambio y los derechos de exportación pecuarios nos deja un tipo de cambio neto del sector ganadero cercano a los 36 $/u$s, lo que está bien, pero no es muy alto, comparado con la PTE de 44 $/u$s del mes que se inicia.
La tasa de interés ahora tiene un piso de alrededor del 60 % anual, y si esa tasa fuera bajando, el tipo de cambio de mercado podría mejorar algo más y por lo tanto, podría estar más cerca de la paridad teórica de equilibrio. Contando con esta evolución, esto haría más estable el precio de las vaquillonas preñadas y del resto de las categorías de vacunos en dólares, que fluctúa actualmente mucho según tengamos retención o liquidación de vientres. Hoy hay retención de vientres, con lo cual el precio de la vaquillona preñada vale alrededor de 20/25 % más que otras categorías de vacunos.
En Uruguay se pueden determinar tres factores que consolidaron este mercado vacuno. En primer lugar, las exportaciones de carne de Uruguay lograron entrar en Estados Unidos y Canadá a partir de 2003, lo que les generó a los productores uruguayos una expectativa de buenas colocaciones en esos mercados. Estos mercados solo fueron afectados negativamente por la "crisis de la subprime" en 2008 y 2009 pero inmediatamente después se recuperaron normalmente.
En segundo lugar, a partir de 2010 las lluvias de Uruguay fueron más regulares, lo que es un factor climático oscilatorio, pero que le permitió a ese país incrementar la retención de vientres y de producir muchos más terneros de una manera orgánica, es decir, sabiendo que la demanda se va a mantener en niveles elevados.
Y en tercer lugar, el precio de exportación de los vacunos de Uruguay se mantuvo alrededor de los u$s 3800/4000 por tonelada, lo que también fue un factor de crecimiento de la oferta de ganado de ese país, aunque en los últimos 2 años ha bajado dicho precio internacional y también ha caído el stock de ganado. Sin embargo, lo que nos interesa, el stock de vacas y vaquillonas de Uruguay se encuentra estable desde 2003 en los 4,2 millones de animales, que es mucho mayor que los 3,5 millones de 2000 o que los 2,5 millones de cabezas de 1990.
¿A qué niveles se puede comprar una vaca en la Argentina? Como ya dijimos, se puede comprar alrededor del 20/25 % menos que en el lugar de referencia para muchos productores que es el Uruguay. Pero ¿qué tiene que hacer el gobierno para mejorar este mercado? Debe generar más demanda internacional, como ya lo está haciendo, aunque el ritmo podría ser mayor, sobre todo en lo que son las distribuidoras de carne de esos países. Con un buen mercado de ventas y un precio internacional adecuado, el negocio ganadero es bueno pero debe desarrollarse aún más, especialmente en los diferentes canales de venta.
Empresarios brasileños han comprado muchas distribuidoras de carne en los últimos 15 años en los países desarrollados y también en algunos países emergentes, lo que les da una buena ventaja a Brasil, con la que debemos también luchar.
La Argentina siempre ha sido uno de los principales países productores y exportadores de carne del mundo y, aunque hoy ya no lo es, podría volver a lograrlo en un futuro relativamente cercano. Para lograr esto tendrá que acelerar la demanda internacional de carne vacuna de nuestro país y, en consecuencia, desarrollar mucho más el mercado de vacunos de cría de las distintas razas, para lo cual es muy apto el territorio nacional. La rentabilidad es adecuada.