Se trata, ni más ni menos, que del famoso auto presidencial que prestó servicios en la Casa Rosada durante los años '80. Fue el vehículo que trasladó al entonces presidente Raúl Alfonsín, en muchos de sus desplazamientos oficiales.
El vehículo llegó al país a fines de los años '70, para ser la limousine oficial de los principales directivos de Ford Argentina, pero la marca del Óvalo lo terminó donando a Presidencia de la Nación.
Cuando la Casa Rosada lo "pasó a retiro", el vehículo pasó a manos privadas.
El auto está publicado en internet con un precio que no parece estar acorde con su historia: su actual propietario, un coleccionista privado, pide 40 mil dólares. Es lo mismo que cuesta una Toyota Hilux -por citar al vehículo más vendido de la Argentina- o una Ranger -por mencionar a otro Ford- cero kilómetro.
El dueño ofrece documentación y certificaciones que demuestran que se trata del ex auto presidencial de Alfonsín. Entre esos papeles, se encuentra una nota que publicó la Revista Parabrisas, en septiembre de 1988. Mostraba la flota de cinco vehículos presidenciales en la Quinta de Olivos, cuando Alfonsín todavía era el jefe de Estado.
"Otro de los autos que está en la residencia de Olivos -además de los archiconocidos Fairlaine y el solitario Ambassador-, es el Lincoln Continental con el que el presidente Alfonsín se traslada a la Casa Rosada. El vehículo, que pertenecía a un Gerente General de Ford, es de un tamaño monstruoso -mide más de siete metros- pero tiene un andar sumamente confortable. Excepto el teléfono -que poseen todos los autos del presidente- no tiene mayores detalles dignos de ser destacados", escribió en aquél artículo el periodista Fernando Miranda.
