La decisión del Gobierno argentino de subir las tasas de importación desde 0,5 al 2,5% provocará un encarecimiento de fertilizantes y agroquímicos que llegan desde el exterior.
Por otra parte, representará un sobrecosto para la industria aceitera que traía soja sin el tributo desde otros países para procesarla y exportarla.
Ambos efectos del incremento de la llamada tasa de estadística fueron analizados tanto en las empresas de insumos como entre los exportadores que importan soja.
En el caso de los fertilizantes, el año pasado se alcanzó un mercado total de 4,3 millones de toneladas, un volumen récord. El 60% del mercado correspondió a productos importados y un 40% a producción local. En agroquímicos el mercado total se ubicó en unos 300 millones de litros en 2018. De esa cifra, unos 80 millones de litros se importaron como producto terminado.
En el caso de los fertilizantes se estima en unos 8 dólares por tonelada de promedio de suba de los costos. En agroquímicos va a variar según los productos, pero es prácticamente 2% más de costo.
Desde ambos sectores advirtieron que la medida oficial podría repercutir sobre la incorporación de tecnología en el sector que, vale recordar, ya sufrió el año pasado la suba de las retenciones con el esquema de $4 y 3 pesos por cada dólar exportado.
Además, ya se esperaba una merma del mercado de fertilizantes del 5% por la caída en los precios de los granos y por efecto de las retenciones. Vale recordar que cuando se subieron las retenciones, en septiembre pasado, la campaña agrícola ya estaba avanzada y con las decisiones tomadas para la compra de insumos.
"Genera inconvenientes inesperados en los flujos de soja importada para su procesamiento y posterior exportación como productos procesados al mundo. Las empresas del sector tienen planes de compras ya confirmados todo el año desde Paraguay y Brasil principalmente, y esto genera un costo incremental muy elevado porque la admisión temporaria estaba exceptuada de la tasa de estadística y ahora pagará 125.000 dólares cada cinco millones de dólares. Se traen por año unos cuatro millones de toneladas. Esto va a encarecer el costo de exportación», dijo Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara-CEC).
Por Fernando Bertello, publicado en La Nación
