Las exportaciones de cítricos chilenos alcanzaron las 397.417 toneladas en 2024, lo que representa una leve caída del 0,6% respecto a la temporada anterior, cuando se enviaron 399.824 toneladas. Según Monserrat Valenzuela, directora ejecutiva del Comité de Cítricos de Frutas de Chile, esta disminución se debe principalmente al impacto de la sequía en la región de Coquimbo y a las lluvias que comenzaron después del inicio de la cosecha de clementinas, afectando su rendimiento.
"La sequía marcó el inicio de la temporada, especialmente en Coquimbo, donde se concentra el 70% de las 4.000 hectáreas de clementinas plantadas en el país. Además, las lluvias llegaron tarde, lo que complicó la cosecha", explicó Valenzuela.
Por otro lado, la directora destacó una recuperación en la producción de limones, que se vio favorecida por la mejora de los huertos tras la helada de 2022. "Este repunte ha permitido un aumento en el volumen de exportación de limones", agregó.
Estados Unidos, el principal destino
Estados Unidos se mantuvo como el principal mercado para los cítricos chilenos, recibiendo 128.958 toneladas de mandarinas, 97.602 toneladas de naranjas, 60.467 toneladas de limones y 50.353 toneladas de clementinas. Además, el limón encontró destinos importantes en Asia, con envíos de 21.000 toneladas a Japón y 10.200 toneladas a Corea del Sur.
Competencia y desafíos
Valenzuela señaló que la competencia en el mercado internacional de cítricos es intensa, especialmente con otros países del hemisferio sur como Sudáfrica, Australia, Argentina, Perú y Uruguay. "Sudáfrica mantiene una oferta firme de naranjas y limones, mientras que Perú es un competidor fuerte en el segmento de los 'easy peelers'", detalló.
Frente a este escenario, la directora ejecutiva del Comité de Cítricos resaltó la importancia de diversificar los mercados para reducir la dependencia de Estados Unidos. "Explorar nuevos destinos es siempre un desafío, pero es necesario para evitar que EE.UU. sea un monomercado", afirmó.
Perspectivas a futuro
A pesar de la leve caída en las exportaciones, el sector citrícola chileno sigue mostrando resiliencia y capacidad de adaptación. La recuperación de los huertos de limones y la búsqueda de nuevos mercados son señales positivas para la industria. Sin embargo, los desafíos climáticos y la competencia internacional seguirán siendo factores clave a monitorear en las próximas temporadas.
"El sector está trabajando para mejorar la calidad y la competitividad de nuestros cítricos en el mercado global. La clave está en la innovación y en la diversificación de mercados", concluyó Valenzuela.
