Federico Sturzenegger no baja la velocidad. En una nueva intervención pública, el ministro de Desregulación del Estado reafirmó que la etapa del ajuste está lejos de haber terminado. Esta vez, los blancos fueron el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), dos instituciones con peso propio en el entramado productivo y científico del país.
"Les quiero decir que la motosierra sigue a full", lanzó Sturzenegger ante un auditorio de ejecutivos. Con esa frase dio pie a una nueva ola de recortes que, según anticipó, se enfocará ahora en los organismos descentralizados. La consigna: reducir estructuras, cortar gastos y eliminar "recaudaciones paralelas" que -según su mirada- generaron distorsiones dentro del Estado.
Con el INTA en la mira
El funcionario no esquivó nombres. Habló directamente del INTA, organismo con fuerte implantación territorial, sobre todo en las zonas rurales. "¿Sabían que el INTA gasta 400 mil millones de pesos, tiene 6.000 empleados, 3.000 vehículos y no se sabe muy bien qué hacen?", cuestionó. Para Sturzenegger, se trata de un ejemplo emblemático de la expansión estatal que promueve estructuras "autónomas, costosas y poco eficientes".
La frase encendió las alarmas en el sector agropecuario, que desde hace décadas valora al INTA por su aporte en investigación, desarrollo, extensión rural y acompañamiento técnico a miles de productores en todo el país.
También el INTI bajo revisión
El otro organismo apuntado fue el INTI, clave para la industria nacional en términos de asistencia técnica, certificación de calidad y desarrollo de tecnología aplicada. Si bien no abundó en cifras, Sturzenegger dejó en claro que también será parte del rediseño: "Vamos a ocuparnos del INTI también", afirmó.
El mensaje, en ambos casos, fue el mismo: se revisarán las funciones, los gastos, las estructuras y la posibilidad de que dejen de cobrar por los servicios que hoy ofrecen.
De la Nación a las provincias: motosierra federal
El ministro no se limitó al plano nacional. Puso sobre la mesa un modelo que buscarán replicar en las provincias. Citó el caso de Catamarca para ilustrar cómo, según su visión, un recorte del gasto permitiría eliminar impuestos locales. "Nuestros candidatos en Catamarca van a decir: venimos acá a hacer motosierra", aseguró.
La frase no es casual: desde La Libertad Avanza buscan convertir la reducción del Estado en una bandera electoral que atraviese todos los niveles de gobierno.
Impuestos en la mira: el debate que viene
Sturzenegger también se refirió a los tributos, otro eje del nuevo orden que plantea el Gobierno. Con tono irónico, mencionó que cada sector presiona por la baja de un impuesto diferente: el agro pide retenciones, los bancos apuntan al impuesto al cheque, los gremios al costo laboral.
Sin embargo, él puso el foco en otra dirección: "Mi favorito es otro. Hay que bajar los aranceles a la importación de bienes de capital", dijo, en una señal hacia el fomento de inversiones productivas.
Una hoja de ruta clara, pero con tensión creciente
Con estas definiciones, Sturzenegger dejó trazada la hoja de ruta: menos organismos, menos recaudación autónoma, menos impuestos, y un Estado más chico. Lo que para el Gobierno es eficiencia, para otros sectores -especialmente los vinculados a la ciencia, la producción y la innovación- puede significar un retroceso con consecuencias estructurales.
El ministro lo reconoce sin rodeos: "Estamos cambiando el tamaño del Estado. Y eso lleva tiempo, pero también convicción".