Opinión

Cómo la guerra Rusia-Ucrania complica el acuerdo con el FMI

3 Mar 2022

 El avance de la 'guerra económica' con la que Occidente busca contener la invasión bélica de Rusia a Ucrania tiene a la Argentina y, en particular, al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, como potenciales víctimas colaterales.

Una de las condiciones del acuerdo con el organismo financiero, que aún espera por su debate en el Congreso, establece que este año la Argentina debe reducir su déficit fiscal en medio punto del Producto Interno Bruto , algo así como 2250 millones de dólares. Para ello, el Gobierno apuesta a contener el incremento de subsidios y a que el comercio exterior genere los ingresos fiscales que permitan alcanzar el objetivo, de manera tal de no tener que apelar a recortes de gastos que agiten la situación social y aviven internas políticas. Sin embargo, las sanciones aplicadas por Estados Unidos y Europa a la administración de Vladímir Putin amenazan con derribar esa estrategia .

Junto a las advertencias del presidente de EE.UU, Joe Biden, sobre la posibilidad de prohibir la compra de energía a Rusia, las grandes empresas europeas decidieron boicotear la importación de petróleo proveniente de los Urales , lo que originó ayer un salto del precio internacional del crudo hasta superar los 114 dólares el barril.

El dato, de por sí, preocupa a la Argentina, porque pone más presión sobre el valor de los combustibles y alimenta la inflación global, un nuevo agravante para un país que no logra contener la escalada de los precios.

Pero quizá el punto más alarmante no sea la suba del petróleo sino que llegó acompañada de un salto del 50% en el precio del gas natural, fluido del que los europeos se abastecían, principalmente, de Rusia. Pero ahora, tal como debe hacerlo la Argentina año tras año para cubrir sus necesidades energéticas, saldrán a buscar a otros mercados, con un dato a tener en cuenta: hace doce meses, la cotización de los contratos de futuros del gas natural negociados en la plataforma holandesa TTF alcanzaba los 15,52 euros por megavatio hora (MWh), mientras que hoy cerró con un valor 12 veces superior, luego de tocar un pico de € 194 (216 dólares).

Ese precio máximo equivale a u$s 65 por millón de BTU, más del doble de la mejor oferta que recibió la Argentina hace un mes, en su última licitación para obtener Gas Natural Licuado. El problema es que aún restan comprar otros 60 buques con GNL para "pasar el invierno" y el mercado suma ahora la fuerte demanda europea, lo que proyecta incrementar el costo de las importaciones cuando, justamente, el país necesita gastar menos para mejorar el saldo comercial -la suba del precio de los granos puede ayudar a sostener un buen ingreso por exportaciones pese a la sequía- y reducir el rojo fiscal.

Los especialistas calculan que, en la medida en que se mantenga el conflicto bélico y los precios de la energía se encarezcan, la Argentina deberá disponer de u$s 6000 millones, casi cinco veces más dólares de los que utilizó el año pasado, para pagar por la energía que necesita . El daño colateral de la sinrazón en Europa que golpea a la Argentina.