El presidente Donald Trump decidio postergar la implementación de nuevos aranceles a las importaciones provenientes de México y Canadá hasta el próximo 2 de abril, en un esfuerzo por brindar protección a los sectores automotriz y agrícola de Estados Unidos. La decisión, anunciada desde la Casa Blanca, supone una nueva dirección en las políticas comerciales de su administración, que hace dos días había anunciado tarifas adicionales a productos extranjeros.
Esta mañana, a través de su cuenta en la red social Truth Social, Trump comunicó que México será eximido de estas tarifas si se adhiere a los estándares establecidos por el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), sucesor del NAFTA desde 2020. Posteriormente, extendió esta concesión a Canadá, a pesar de las recientes tensiones retóricas entre ambos países.
Los productos abarcados por el T-MEC, que representan más del 50% de las importaciones mexicanas y el 38% de las canadienses en EE.UU. durante 2024, estarían exentos de los aranceles previos, lo que mitigaría el impacto de estas medidas en un 90%.
En un giro controversial, Trump insinuó recientemente la posibilidad de anexar Canadá, comentario que fue rápidamente rechazado por el primer ministro Justin Trudeau, quien además ha confirmado su intención de dejar el cargo la próxima semana. Este contexto añade complejidad a las ya tensas relaciones comerciales.
El secretario de Comercio, Howard Lutnick, había adelantado en CNBC la posibilidad de una moratoria arancelaria de un mes para ambos países. A pesar de ello, Trump insiste en la aplicación de aranceles "recíprocos" desde abril, bajo el argumento de fortalecer la economía estadounidense. Sin embargo, expertos advierten que estos impuestos podrían tener el efecto opuesto, aumentando los costos y dañando las cadenas de suministro y la competitividad de EE.UU.