Se podría decir que el mundo se ha puesto patas arriba durante el último año.
La aleccionadora realidad de varios eventos ha cambiado el entorno del complejo de productos básicos para el futuro previsible, en particular los cereales y las carnes: el entorno de COVID-19 duró mucho más de lo que la mayoría pensó a fines del invierno de 2020; acuerdos comerciales entre Estados Unidos y China; y condiciones climáticas menos que ideales a nivel mundial.
Estados Unidos (así como el mundo) había caído en una zona de confort en la que había abundantes suministros disponibles y la mayoría de los usuarios finales practicaban un enfoque de propiedad de inventario justo a tiempo. Ese modelo está cambiando de una mentalidad justo a tiempo a una mentalidad por si acaso. Hasta que aumenten los inventarios mundiales, se espera que las prácticas de seguridad alimentaria sean más dominantes. Un buen ejemplo en los últimos meses ha sido el feroz apetito de China por asegurar un amplio espectro de suministros agrícolas. Recientemente, Rusia (el mayor exportador mundial de trigo) indicó que impondría un impuesto sustancial a las ventas de exportación, otra señal de que la seguridad alimentaria y las existencias de construcción son primordiales.
A medida que se ajustan los suministros, aumenta la volatilidad. La volatilidad brinda oportunidades, pero la volatilidad también sugiere riesgo. Para los productores, la oportunidad se presenta en forma de precios más altos. Al analizar el mercado de la soja, uno debe preguntarse si el mercado ya ha hecho su trabajo para racionar el inventario.
La cifra actual de existencias a uso (suministro sobrante esperado al final de la campaña comercial dividido por el uso) está cerca del 3%. Históricamente, este porcentaje tan bajo sugiere que los precios de la soja superan los $ 15. Actualmente, la soja se cotiza por debajo de $ 14 con fuertes ventas semanales de exportación continuas.
La capacidad para llevar proyectada es actualmente de 140 millones de bushels, y algunos están debatiendo que esté cerca de los 100 millones. ¿Estados Unidos está a punto de quedarse sin inventario? En algún momento, uno puede cuestionar la exportación de inventario adicional de EE. UU. Cuando los suministros internos podrían volverse críticamente limitados para la seguridad alimentaria de nuestra nación.
La nueva administración deberá abordar este posible dilema. La soja es solo un ejemplo de escasez de oferta que podría influir en las decisiones de comercialización de los agricultores durante los próximos años. Sin embargo, probablemente irá más allá del marketing, a medida que se ajusten los costos de los insumos. Los propietarios prestarán mucha atención a la firmeza de los precios de los cereales y buscarán lo que determinarán es su parte justa.
La conclusión de esta perspectiva es darse cuenta de que se está produciendo un cambio, y que puede aceptarlo o luchar contra él.
Para aquellos que son productores, es genial aprovechar las mayores oportunidades y enfocarse en el costo de los insumos y las comunicaciones con los propietarios. El mínimo de precios bajos experimentado en los últimos años debido a los abundantes inventarios probablemente esté detrás del mercado durante al menos el próximo año, y posiblemente dos años. Esto es con la suposición generalizada de que tanto el hemisferio norte como el hemisferio sur producen cosechas promedio o superiores al promedio.
La confluencia de inventarios por si acaso, la disminución de la oferta y la creciente demanda han convertido los mercados bajistas en mercados alcistas prácticamente de la noche a la mañana. Si la volatilidad se mantiene alta, esto también implica que los precios podrían descender rápidamente.
La clave para usted será la preparación para ganancias bruscas o colapsos rápidos. A menudo, los mercados operarán según la percepción, no los hechos. El viejo dicho es que la percepción se convierte en realidad. Puede ser conveniente comprender este punto de vista.
La preparación disciplinada recompensará a quienes se tomen el tiempo y el esfuerzo para gestionar la volatilidad centrándose en un plan estratégico.
