En mayo, la actividad inmobiliaria rural volvió a mostrar señales positivas. Según el último reporte de la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), el índice InCAIR alcanzó los 52,52 puntos, marcando un incremento de 6,38 puntos respecto al mes anterior. La cifra, que representa el registro número 139 desde que comenzó a medirse en 2013, confirma una tendencia de recuperación que se afianza mes a mes.
Lejos de reflejar precios o valores de la tierra, el InCAIR captura el pulso real del mercado: cantidad de operaciones concretadas, avisos publicados, consultas de inversores y movimiento en las principales plazas del interior del país.
Los datos de mayo muestran mayor interés en visitas a campos y una buena dinámica de cierre de alquileres, con precios similares a los de la campaña pasada. "El mercado se está reactivando, y no solo por cuestiones estacionales. Hay señales claras de que vuelve la confianza", señalan desde la entidad.
La reactivación también refleja un cambio de ánimo. Productores que retoman planes de expansión, asesores que vuelven a recorrer lotes, y publicaciones que crecen tanto en medios gráficos como en portales web especializados.
Si bien el camino es gradual, la tendencia es clara: el campo se mueve, y con él, el mercado de tierras empieza a tomar ritmo otra vez.