La prevención de enfermedades zoonóticas es clave para proteger la salud pública, la sanidad animal y la producción agropecuaria argentina. Por eso, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) vuelve a poner el foco en las zoonosis, es decir, las enfermedades transmisibles de los animales a las personas.
Según la entidad, estas patologías representan un problema global, y pueden generar graves consecuencias económicas y sanitarias si no se controlan a tiempo. Brucelosis, tuberculosis y triquinosis son solo algunos de los riesgos latentes.
Prácticas clave para reducir el riesgo de zoonosis
Los métodos de prevención varían según el patógeno, pero hay prácticas generales que resultan efectivas:
▪️Cuidar la sanidad de los animales de producción, especialmente en tambos y criaderos.
▪️Garantizar el consumo de agua potable y una correcta eliminación de residuos.
▪️Impulsar el lavado de manos tras el contacto con animales.
▪️Promover campañas de concientización sobre buenas prácticas agropecuarias.
Recomendaciones del Senasa para prevenir brucelosis y tuberculosis
Para la población:
▪️Evitar el consumo de leche cruda o quesos de origen dudoso.
▪️Comprar productos elaborados con leche pasteurizada, debidamente etiquetados.
Para el sector productivo:
▪️Utilizar elementos de protección personal en el manejo animal.
▪️Mantener instalaciones limpias, como los tambos.
▪️Vacunar a las terneras entre 3 y 8 meses contra brucelosis.
Cómo prevenir la triquinosis: consejos clave
▪️Comprar chacinados y embutidos certificados por Senasa o autoridades provinciales.
▪️Verificar que los productos tengan etiquetas de origen que garanticen inocuidad.
▪️Cocinar bien la carne de cerdo, asegurándose de que desaparezca el color rosado.
▪️Cumplir las normas sanitarias para cría y faena de cerdos.
▪️En caso de faena para autoconsumo, enviar muestras de entraña a un laboratorio para descartar la presencia de Trichinella spiralis.
Una estrategia integrada para proteger al agro y la salud
El Senasa recuerda que la prevención de enfermedades zoonóticas es esencial para mantener el estatus zoosanitario argentino, un activo estratégico tanto para el consumo interno como para la exportación.
Adoptar hábitos de higiene, promover buenas prácticas ganaderas, y asegurar el uso responsable de productos veterinarios no solo protegen a las personas, sino que también fortalecen la sustentabilidad de la producción pecuaria nacional.