La amenaza del presidente estadounidense Donald Trump de imponer un arancel del 50% a las importaciones de la Unión Europea a partir del 1 de junio encendió todas las alarmas en Bruselas. La Comisión Europea exigió claridad a Washington y pospuso comentarios hasta después de una llamada clave entre el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, y el representante comercial estadounidense, Jamieson Greer, programada para este miércoles.
"Se trata de una escalada comercial de gran magnitud", advirtió Holger Schmieding, economista jefe de Berenberg. "Con Trump nunca se sabe, pero esto podría golpear seriamente a ambas economías".
Tras el anuncio de Trump, las acciones europeas cayeron, el euro retrocedió y los rendimientos de los bonos gubernamentales de la eurozona se desplomaron. La incertidumbre sobre la política comercial estadounidense vuelve a sacudir los mercados globales.
La Unión Europea ya enfrenta aranceles del 25% en acero, aluminio y autos, además de un arancel "recíproco" del 10% para casi todos los demás productos, que podría subir al 20% cuando expire la tregua de 90 días el próximo 8 de julio.
Según fuentes diplomáticas, Estados Unidos envió recientemente una lista de demandas para reducir su déficit comercial con la UE -que el año pasado fue de casi 200.000 millones de euros en bienes-, incluyendo:
- Eliminación de impuestos digitales nacionales.
- Adopción de normas sanitarias alimentarias estadounidenses.
- Reducción de barreras no arancelarias.
Por su parte, Bruselas propuso un acuerdo de beneficio mutuo, que incluiría:
- Reducción a cero de los aranceles industriales.
- Mayor compra europea de gas natural licuado y soja estadounidense.
Cooperación frente al exceso de capacidad siderúrgica mundial, especialmente en China.
¿Negociación o táctica de presión?
Desde Polonia, país que ejerce la presidencia rotativa del bloque, el viceministro de Economía, Michal Baranowski, minimizó la amenaza:
"Todo indica que es una estrategia de negociación. Algunos negocian a puertas cerradas, otros frente a las cámaras".
A pesar de la retórica agresiva, fuentes europeas afirman que las negociaciones podrían extenderse hasta principios de julio.
La Comisión Europea mantiene su posición: prefiere una salida negociada, pero ya tiene listo un arsenal de represalias si Trump avanza con los aranceles. El bloque tiene suspendidas sanciones sobre 21.000 millones de euros en importaciones estadounidenses, y ha confeccionado una lista adicional que suma 95.000 millones de euros más como posible contraataque.
"Estamos listos para responder si es necesario. No iniciaremos la guerra comercial, pero tampoco nos quedaremos de brazos cruzados", indicaron desde Bruselas.