Ganadería

A fin de año concluye vacunación en bovinos contra el carbunclo en la provincia de Buenos Aires

El Gobierno bonaerense recordó hoy que el 31 de diciembre finaliza la campaña de vacunación por lo que desde el 1 de enero no se permitirá el movimiento de animales que no hayan recibido la correspondiente dosis.

 El Gobierno bonaerense recordó que el 31 de diciembre finaliza la campaña de vacunación contra carbunclo en bovinos, por lo que desde el 1 de enero no se permitirá el movimiento de animales que no hayan recibido la correspondiente dosis.

"Mejorar la sanidad de los rodeos es clave para optimizar la producción en la provincia. Esta campaña viene a complementar las distintas acciones que estamos realizando en este sentido desde el MDA, como el plan de Prevención y Erradicación de venéreas", señaló el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, en un comunicado.

Según se informó, solo quedarán exceptuados de la obligación los animales destinados a engorde a corral o feed lots que se encuentren registrados por el Senasa, siempre que el destino de los mismos sea la faena y los animales provenientes de remates en ferias.

La vacunación puede ser realizada por veterinarios matriculados, extendiendo certificado de vacunación o de constatación expedido por el Colegio Veterinario de la Provincia de Buenos Aires.

Además, por vacunadores de las fundaciones o entes de lucha sanitaria, consignando en el acta de vacunación contra la fiebre aftosa o el documento que oportunamente apruebe la comisión técnica local el detalle de las categorías vacunadas contra carbunclo y la vacuna empleada (marca-serie-vencimiento) como así también el detalle de si se trató de una vacunación total (T) o parcial (P) estratégica (E) o sistemática (S); y productores bajo supervisión de alguna de las dos figuras anteriores.

El carbunclo o ántrax es una enfermedad producida por una bacteria llamada bacillus anthracis, que afecta principalmente a los herbívoros (bovinos, ovinos y caprinos, entre otros), aunque todos los mamíferos (perros, gatos, porcinos, etc.), incluidos los seres humanos y algunas especies aviares pueden padecerla.

Fuente: Telam