De tormentas, inundaciones al calor y sequía. asi viene el pronostico del tiempo
Después de un inicio de año marcado por intensas lluvias y tormentas, Argentina se prepara para un cambio significativo en su patrón climático hacia finales de enero.
Este tramo central de la semana marca un punto de inflexión meteorológico, alejándose de las condiciones húmedas y frías hacia un clima más seco y caluroso para el centro y norte del país.
El comienzo de año estuvo caracterizado por precipitaciones abundantes y tormentas severas, especialmente en el centro del país, el Litoral, y el extremo noroeste argentino. Particularmente afectado fue el Litoral, junto con varias localidades de la República Oriental del Uruguay, donde se registraron lluvias superiores a los 100 mm. En el NOA, las intensas lluvias resultaron en inundaciones graves y evacuaciones necesarias en áreas como la capital jujeña.
En cuanto a la proyección meteorológica para el resto de la semana, se espera la llegada de un débil frente frío que traerá nuevas precipitaciones, especialmente en el extremo norte argentino. A pesar de ello, las temperaturas se mantendrán moderadas, con un ligero descenso previsto a partir del viernes, especialmente en la región Pampeana.
Sin embargo, el verdadero cambio climático se anticipa a partir del domingo, con el inicio de un ascenso térmico en gran parte de las provincias centrales, impulsado por vientos del nor-noreste. Este cambio marca la transición hacia una semana significativamente distinta a lo que se ha visto durante el verano, con un patrón climático estable que reducirá la probabilidad de precipitaciones y aumentará las temperaturas por encima de los promedios.
El final de enero promete ser particularmente caluroso, con temperaturas que podrían ser las más altas del verano en las provincias centrales. Aunque no se esperan temperaturas extremas, sí serán persistentes durante varios días. Sumado a la notable ausencia de lluvias, este cambio será una noticia bienvenida para aquellos que planean vacacionar durante este período.
Este cambio climático representa no solo un alivio para aquellos afectados por las recientes tormentas e inundaciones, sino también un desafío para los agricultores y otros sectores dependientes del clima. La adaptación a estas condiciones cambiantes será crucial para mitigar posibles impactos negativos en la agricultura y la vida diaria de los argentinos.