¿Habrá café sin aranceles? EE.UU. analiza el pedido de exención impulsado por la industria
El gobierno norteamericano evalúa con atención el pedido de la Asociación Nacional del Café para dejar al grano fuera de los aranceles de Trump. Brasil, afectado por el 10%, sigue a la expectativa. ¿Qué puede cambiar en la relación comercial?
La posibilidad de que el café sea excluido de los aranceles impuestos por el expresidente Donald Trump volvió al centro de la escena internacional. Bill Murray, presidente ejecutivo de la Asociación Nacional del Café de EE.UU. (NCA), confirmó durante un evento del sector realizado en Campinas, Brasil, que el gobierno estadounidense ha recibido de forma positiva la solicitud formal para excluir al grano de la medida comercial.
La noticia genera expectativa en países productores como Brasil, que actualmente enfrenta un arancel universal del 10% sobre el café exportado a Estados Unidos, pese a ser uno de los principales proveedores del grano en el mundo. Esta tasa fue aplicada en el marco de la política proteccionista impulsada por la administración Trump, que afectó a múltiples productos agrícolas.
"Creemos que es una buena señal que nuestra solicitud haya sido bien recibida y esté siendo analizada, pero es imposible predecir si eso significa algo concreto aún", sostuvo Murray en su intervención, realizada vía videollamada durante el evento de la Asociación Brasileña de Tostadores de Café (ABIC).
Actualmente, Estados Unidos mantiene una congelación parcial de los aranceles más elevados, mientras el del 10% sigue vigente. En este contexto, la industria cafetera del país norteamericano se suma a otras tantas que reclaman un alivio en la carga impositiva que impacta directamente en sus costos operativos y cadenas de abastecimiento.
"Es una situación dinámica. Muchas otras industrias están haciendo sus propios pedidos de exención, y eso hace muy difícil anticipar cualquier tipo de decisión", advirtió Murray.
Brasil, primer productor mundial y aliado estratégico del mercado estadounidense, podría beneficiarse sustancialmente si se concreta esta exención. La medida aliviaría las tensiones comerciales y permitiría mayor competitividad frente a otros exportadores que también buscan posicionarse.
En el corto plazo, la resolución dependerá de la agenda del Departamento de Comercio y de la orientación política del gobierno de Joe Biden, que mantiene -aunque con ajustes- varias de las estructuras tarifarias heredadas de la gestión anterior.
Mientras tanto, el mundo del café espera: un cambio en los aranceles podría redefinir los precios internacionales, modificar flujos de exportación y cambiar las reglas del juego en uno de los mercados más sensibles del agro global.