Trump sacude el tablero: cinco impactos clave en América Latina que también afectan al agro
Aranceles, tensiones con China y cambios en la política exterior marcan los primeros 100 días del segundo mandato de Trump. El sector agropecuario regional, entre los más afectados.
Los primeros 100 días del segundo mandato de Donald Trump ya están teniendo efectos concretos en la economía latinoamericana y en particular en el sector agropecuario. Desde nuevas barreras arancelarias hasta presiones para cortar lazos con China, el nuevo rumbo de la política exterior estadounidense reconfigura el comercio y el equilibrio estratégico en la región.
1. Latinoamérica, arrastrada a la nueva guerra comercial
El paquete de "aranceles recíprocos" impulsado por Trump afecta de manera directa al comercio agrícola. Estados Unidos aplicó un arancel base del 10% a casi todos los países de la región, con un impacto especial en exportadores agroindustriales. Además, las tarifas del 25% al acero y aluminio también golpean la logística agroexportadora.
Según analistas, esto reduce las perspectivas de inversión y afecta los precios de commodities agrícolas, un elemento clave en los ingresos de muchos países latinoamericanos.
2. Más presión diplomática con efectos comerciales
La nueva política exterior de EE.UU. combina alianzas selectivas con sanciones unilaterales. El resultado: mayor incertidumbre para productores agroindustriales, exportadores y empresas alimentarias que dependen del acceso al mercado norteamericano.
Venezuela fue blanco de sanciones específicas, pero países como Colombia, México, Argentina y Brasil también ven alteradas sus condiciones de comercio exterior bajo esta estrategia impredecible.
3. Choque con China: el agro en el medio del tablero
Los países de Sudamérica enfrentan crecientes dificultades para equilibrar su relación con Estados Unidos y China. Mientras Trump presiona para reducir la influencia china, los asiáticos son hoy los principales compradores de soja, carne, frutas y minerales de la región.
La presión sobre empresas como CK Hutchison en el Canal de Panamá es solo una muestra del nuevo escenario. En paralelo, China refuerza su vínculo comercial con Brasil, Argentina y Uruguay, ampliando sus compras de soja sudamericana tras el conflicto arancelario con EE.UU.
4. Reorganización industrial y oportunidades para el agro
La guerra comercial ha empujado a ciertas industrias a reorganizar su producción, como el sector automotor mexicano. Pero el sector agropecuario, en particular el vinculado a la exportación de granos, ha encontrado nuevas oportunidades.
China recibirá más de 30 millones de toneladas de soja desde Sudamérica en el segundo trimestre del año, gracias a la necesidad de reemplazar la oferta estadounidense. Esto beneficia directamente a productores y exportadores de Brasil, Argentina y Uruguay.
5. Crisis de confianza y multilateralismo en declive
El tono confrontativo de Trump y su política de "América Primero" ha generado una crisis de confianza en sus socios tradicionales. Para el agro latinoamericano, esto implica mayor volatilidad, cambios abruptos de reglas de juego y menor previsibilidad en los acuerdos sanitarios, logísticos y comerciales.
Varios países de la región comienzan a revisar su dependencia de EE.UU. y a buscar alianzas más estables con China, Europa y el sudeste asiático, lo que podría dar lugar a un rediseño del mapa agroexportador global.