Policiales

Operativo en puerto de Vicentin: secuestran 467 kilos de cocaína valuada en más de 20 millones de dólares

La droga fue hallada en un buque que cargaba girasol en el puerto de San Lorenzo y tenía como destino final Ámsterdam.

 Patricia Bullrich supervisó el procedimiento, que marca un récord en incautaciones fluviales en Argentina. Apuntan contra la Hidrovía como ruta estratégica del narcotráfico.

En un operativo inédito por su magnitud, la Prefectura Naval Argentina incautó 467 kilos de cocaína ocultos en las cámaras frigoríficas de un buque de bandera de Islas Marshall, que se encontraba cargando pellets de girasol en el muelle de la empresa Vicentin S.A.I.C., en la ciudad santafesina de San Lorenzo. La embarcación, tripulada por 20 ciudadanos filipinos, había partido de Emiratos Árabes Unidos, y tenía previsto un itinerario con escalas en Montevideo y Europa, con destino final en el puerto de Ámsterdam.

Según confirmó este jueves la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, durante su visita a la ciudad para supervisar el operativo, el valor de mercado de los 469,5 kilos de cocaína incautados supera los 20 millones de dólares si se fracciona y vende en las calles de la capital neerlandesa. "Este es un procedimiento sumamente importante. Venimos superando todos los récords de incautación de cocaína. Con los pocos meses que van del año, ya llevamos 3.600 kilos incautados, lo que es histórico", afirmó en conferencia de prensa.

La droga fue hallada dentro de los compartimentos refrigerados del buque, embalada al vacío, herméticamente sellada, y con dispositivos GPS adheridos, lo que indica un alto grado de sofisticación en el modus operandi. Uno de los paquetes incluso estaba preparado para el desprendimiento remoto del cargamento, con elementos para facilitar su lanzamiento al agua y posterior recolección.

El procedimiento fue encabezado por Prefectura, con intervención del juez federal Carlos Vera Barros y del fiscal Claudio Kishimoto, quien detalló que "había 16 bultos con aproximadamente 26 paquetes cada uno. Uno tenía un GPS adherido y elementos para facilitar el desprendimiento de la carga".

La ministra Bullrich remarcó que la embarcación "no pertenece a ninguna de las grandes compañías que tienen sistemas de autoprotección o monitoreo logístico", lo cual habría facilitado su uso para fines ilícitos. Además, cuestionó los controles en la vía fluvial: "Siempre es la misma pregunta: ¿qué pasa con la Hidrovía?", lanzó.

El operativo se activó en horas de la madrugada del 30 de abril, cuando la Agencia Regional Central de la UIF (Unidad de Información Financiera) recibió información sobre una posible infracción a la Ley 23.737 de estupefacientes, a bordo del buque que cargaba soja en la terminal de Vicentin. De inmediato se presentó una denuncia penal ante la Fiscalía Federal de San Lorenzo, a cargo de Kishimoto, con el apoyo del fiscal coadyuvante Francisco Bernhardt.

A raíz de la denuncia, se organizó un despliegue conjunto entre la UIF, el Ministerio de Seguridad, la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Aduana y la Prefectura Naval Argentina. El resultado fue el mayor operativo fluvial contra el narcotráfico en la historia de San Lorenzo, y uno de los más significativos del país.

Además de los paquetes refrigerados, durante la inspección se encontraron flotadores, boyas y rastreadores satelitales, evidencias de una logística criminal profesional. Los panes estaban resguardados en bolsos estancos y protegidos con múltiples materiales impermeables, listos para ser lanzados al agua y recuperados en altamar.

La UIF participa activamente en la investigación para determinar el origen de los fondos que financiaron la operación, en un trabajo coordinado con agencias internacionales que también colaboran en la revisión de antecedentes de los tripulantes.

El buque fue rápidamente rodeado por la lancha Shaldag de Prefectura, que permanece apostada en la zona mientras continúan las tareas periciales. El puerto de Vicentin sigue intervenido por fuerzas federales.

Este operativo se suma a una serie de casos recientes que reflejan cómo las organizaciones narco utilizan las vías fluviales del país para montar redes de tráfico internacional. Uno de los antecedentes más resonantes ocurrió en octubre de 2023, cuando la Policía Federal Australiana secuestró más de 200 kilos de cocaína ocultos en el casco del buque Chemstar Sapphire, que había pasado por el puerto de Timbúes antes de llegar a Melbourne. En esa ocasión, se determinó que la droga fue colocada por buzos tácticos, modalidad que también se considera en esta nueva operación.

Finalmente, el hallazgo vuelve a poner bajo la lupa a la Hidrovía Paraná-Paraguay, una arteria vital para el comercio agroexportador, pero también señalada por la Primera Evaluación Nacional de Riesgos de Lavado de Activos como uno de los principales escenarios facilitadores para actividades ilícitas. Su carácter estratégico como salida al Atlántico y conexión con múltiples países la convierte en un canal crítico para el contrabando y el narcotráfico.