Pese a la buena calidad de la fruta, los citricultores californianos lidian con precios deprimidos, caída en las exportaciones y la presión de las importaciones del hemisferio sur.
Miles de personas evacuadas, casas reducidas a cenizas y pérdidas económicas millonarias marcan uno de los incendios más devastadores en la historia de Los Ángeles.
El estado de California ordenó cerrar todos sus bosques nacionales durante dos semanas con el objetivo de evitar que las personas queden atrapadas en caso de una emergencia por los incendios forestales.