El usuario promedio de un vehículo suele manejar por rutas de asfalto, por lo que cualquier otra variante del terreno obliga a la adopción de prácticas especiales para evitar contratiempos. Seguramente, en más de una ocasión te has enfrentado a caminos sin pavimentar o carreteras mojadas que merman la adherencia de los neumáticos, pero ¿alguna vez has tenido que lidiar con caminos de terracería con tanta humedad que parece imposible transitar? Conocer estos consejos para conducir en barro pueden marcar la diferencia para salir bien librados de la situación.
Lo primero que debemos asumir es que el estado de la superficie afectará la conducción, por lo que no podemos manejar de la misma forma que en concreto. Rodar sobre barro aumenta el riesgo de sufrir contratiempos que, en el mejor de los casos, terminará con la carrocería con suciedad extrema. Sin embargo, las consecuencias pueden ser de mayor gravedad.
Seguir algunos consejos pueden evitar que perdamos control de la unidad por el gran deslizamiento sobre la superficie. Los frenos no responderán de la misma forma debido a la pérdida de adherencia sobre el terreno, por lo que una maniobra demasiado atrevida podría terminar con el auto volteado o atascado.
Una de las principales recomendaciones es tomarse la conducción con calma, por lo que habrá que manejar en marchas bajas para tener total control del vehículo. Pero no solo eso, tampoco es conveniente pisar a fondo el acelerador, ya que esto ocasionará que las llantas giren mucho más rápido y formen surcos de mayor profundidad. En consecuencia, las ruedas se llenarán de barro en poco tiempo y tendremos dificultades notables para continuar con el desplazamiento.
Entre los consejos para conducir en barro está evitar las zonas hundidas del terreno y, en cambio, intentar pasar las llantas por las áreas que presenten mayor solidez, normalmente, en las partes más elevadas del camino. Una vez que un vehículo cae en un surco profundo, basta una llanta que se atasque en el barro para quedar inmovilizados por un buen rato.
Si tenemos que salirnos de ruta y nos encontramos con un terreno en estas condiciones extremas, debemos adentrarnos conscientes de que no podemos abusar del manejo de los pedales. Si bien es cierto que no hay que pisar el acelerador a fondo, tampoco es conveniente meter el freno en repetidas ocasiones o quedarnos parados por largo tiempo en un mismo lugar. Solo es cuestión de segundos o minutos para que el peso del auto genere un hundimiento en terrenos con humedad excesiva. Lo más aconsejable es desplazarse lentamente y jugar con las marchas.
En caso de que estos consejos para conducir en barro no eviten un atascamiento, lo peor que puedes hacer es caer en pánico. Respira y desciende de tu vehículo para planificar la mejor manera de sacarlo del surco. Aquí deberás utilizar tu ingenio para armar un camino con piedras, troncos o algo sólido que encuentres en el lugar, a fin de proporcionarle a los neumáticos una superficie que permita la adherencia suficiente para darle un nuevo impulso. Si no sales a la primera, vuelve a recolocar el camino hasta conseguirlo. Por supuesto, lleva contigo tu teléfono celular para solicitar auxilio en situaciones más extremas.
