El primer trimestre del año dejó un sabor amargo para la industria frigorífica argentina. Las exportaciones de carne bovina sufrieron un fuerte retroceso, tanto en volumen como en valor, marcando una señal de alerta para uno de los sectores más dinámicos del comercio exterior agroalimentario.
Entre enero y marzo se embarcaron 142.500 toneladas, un 28% menos que en igual período de 2024. El ingreso de divisas también se vio afectado, con una caída del 7,5%, totalizando US$ 694,4 millones. El dato contrasta con los máximos históricos alcanzados el año pasado, lo que acentúa la preocupación en toda la cadena productiva.
Marzo profundizó la caída
El mes de marzo fue particularmente negativo: se exportaron 43.400 toneladas por US$ 205,9 millones, lo que representa una merma mensual del 17% en volumen y del 20% en valor frente a febrero. En la comparación interanual, el derrumbe es aún más severo: 36% menos toneladas y 20% menos ingresos que en marzo de 2024.
El golpe más duro: la carne congelada sin hueso
El rubro más golpeado fue el de carne congelada sin hueso, tradicionalmente clave en el comercio con China. En marzo se enviaron 23.600 toneladas por US$ 112 millones, un 19% menos que en febrero y casi 44% por debajo del mismo mes del año anterior.
Durante el trimestre, este segmento exportó 79.300 toneladas, lo que implica un desplome del 37,6% interanual, con ingresos de US$ 391,1 millones, un 15,6% menos que en 2024.
China sigue liderando, pero con precios en baja
A pesar del retroceso, China continúa como el principal destino, absorbiendo el 67,7% de las exportaciones en marzo y el 65,1% del total trimestral. Sin embargo, los precios promedio no acompañan: la tonelada exportada se pagó a US$ 4.747, un 3,5% menos que en febrero y muy por debajo del récord de US$ 6.297 alcanzado en abril de 2022.
Factores detrás del declive
Especialistas del sector señalan varios motivos para la caída:
La revaluación del peso argentino, que encareció los costos en dólares.
La fuerte competencia internacional, con precios más bajos desde Brasil y Paraguay.
La pérdida de ritmo en la demanda china, que si bien sigue siendo fuerte, muestra señales de moderación.
En este contexto, productores y exportadores reclaman medidas urgentes para recuperar competitividad, reducir cargas impositivas y garantizar un tipo de cambio acorde al esfuerzo exportador.
Un panorama complejo para el resto del año
Con el arranque del año en rojo, la industria cárnica enfrenta el desafío de recomponer márgenes en un contexto global volátil y con crecientes dificultades locales. El comportamiento de la demanda internacional, los precios del ganado y las decisiones macroeconómicas del gobierno serán claves para definir el rumbo del segundo trimestre.