La inteligencia artificial (IA) ya no es una promesa futura: se está convirtiendo en el motor actual de la innovación en los campos de Estados Unidos. Así lo dejaron en claro expertos del agro durante una reciente audiencia en el Congreso estadounidense, donde advirtieron que China y Japón han tomado la delantera en el uso de IA aplicada a la agricultura, mientras EE.UU. corre riesgo de quedar rezagado.
El eje del debate fue la urgente necesidad de aumentar la inversión pública en tecnología e infraestructura digital, para que los agricultores puedan beneficiarse del desarrollo de nuevas moléculas de protección de cultivos, el control de plagas y enfermedades, y la mejora de rendimientos.
Brian Lutz, vicepresidente de Soluciones Agrícolas de Corteva, fue tajante ante el Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara de Representantes:
"La IA es una de las tecnologías más revolucionarias jamás creadas. Si queremos ganar esta carrera, debemos movernos más rápido y de manera más inteligente que nuestra competencia".
Lutz reveló que su equipo utilizó inteligencia artificial para modelar el comportamiento de 10.000 moléculas distintas en apenas unas semanas, lo que permitió identificar nuevas soluciones químicas que de otro modo serían imposibles de detectar. Algunas ya están siendo probadas en laboratorio, y la IA también está ayudando a acelerar la etapa de ensayos.
Además, detalló que la IA está optimizando los procesos de fermentación industrial, mediante la ingeniería de cepas bacterianas que mejoran la producción de "moléculas de interés". Esto permite a Corteva mantener una base de manufactura fuerte en el medio oeste de EE.UU., reforzando la producción local.
Biológicos, cítricos y enfermedades ocultas: cómo la IA está transformando el agro
La IA no solo se aplica en químicos tradicionales. Chris Swale, profesor de la Universidad de Florida, explicó cómo su equipo la utiliza para desarrollar tratamientos biológicos contra el psílido asiático de los cítricos, una plaga devastadora que ha puesto al borde del colapso a la citricultura de Florida, valuada en casi USD 10 mil millones hace solo cinco años.
"Los registros regulatorios para insecticidas sintéticos son muy exigentes. Por eso usamos IA para descubrir compuestos naturales que requieren menor carga regulatoria", señaló.
Por su parte, Boris Camiletti, investigador de la Universidad de Illinois, lidera un equipo que combina imágenes satelitales, aprendizaje automático y patología vegetal para detectar la "podredumbre roja de la corona" en soja, una enfermedad del suelo que avanza desde Illinois hacia Indiana, Kentucky y Missouri.
"Entrenamos algoritmos con datos multiespectrales e imágenes de campo para crear mapas de prescripción. Así, los agricultores pueden aplicar fungicidas solo en las zonas afectadas en lugar de pulverizar todo el lote", explicó Camiletti.
Los expertos coincidieron en que EE.UU. ha perdido terreno frente a China y Japón en desarrollo de IA agrícola, y pidieron al Congreso una estrategia nacional robusta para recuperar liderazgo.
"La IA está revolucionando desde la detección de enfermedades hasta la fabricación de insumos biológicos. Pero si no invertimos ahora, otros países van a marcar el ritmo, y no nosotros", concluyeron.
Con el respaldo del presidente Trump, el Departamento de Agricultura (USDA) impulsa la agenda "Make Agriculture Great Again", con la intención de devolver el protagonismo a las granjas familiares y a la producción local, ahora impulsada por la inteligencia artificial.