La solución no está en la intervención sino en generar condiciones para la inversión, el empleo y la mejora del ingreso.
Mucho se está hablando de la suba de precios en la carne. Claro, todos anunciamos que iba a ocurrir y además dijimos, será un cimbronazo, pero eso alentara a producir más, un incentivo a la producción y eso asegurara mayor oferta y precios más competitivos a futuro. Intervenir en el mercado de carnes de cualquier manera es la peor receta de aplicar y tiene como resultado precios muy caros al cabo de dos/tres años, como ya ocurrió en 2010/2011.
Los aumentos en el precio de la hacienda y por ende en la carne tienen su explicación absolutamente en razones productivas, no se trata de un mercado donde un par de vivos se ponen de acuerdo y suben los precios, por el contrario, es el ejemplo de un mercado de competencia perfecta de Argentina en donde la abundante oferta de ganado para faena impulsa a la estabilidad de valores, y la menor oferta impacta inmediatamente en una suba de precios y ninguna medida externa puede modificar este funcionamiento.
Los aumentos en el precio de la hacienda y por ende en la carne tienen su explicación absolutamente en razones productivas, no se trata de un mercado donde un par de vivos se ponen de acuerdo y suben los precios, por el contrario, es el ejemplo de un mercado de competencia perfecta de Argentina en donde la abundante oferta de ganado para faena impulsa a la estabilidad de valores, y la menor oferta impacta inmediatamente en una suba de precios y ninguna medida externa puede modificar este funcionamiento.
El consumo total de carnes en nuestro país nos coloca en la cúspide de los mayores consumidores mundiales y en el caso de carne bovina en el puesto número 1 e indiscutido de ese ranking ya que el destino principal de todas las producciones bovina, porcina y aviar es el mercado doméstico. Todas estas consideraciones nos llevan a concluir que tenemos producción suficiente para abastecer el mercado doméstico y la exportación.
Ahora bien, ¿el poder adquisitivo del salario se vio erosionado por la inflación en varias décadas, eso es responsabilidad de la carne? Esta misma pregunta se la hice a un economista extranjero y me respondió "of course not, nobody could think that" (por supuesto que no, nadie puede pensar eso).
En este contexto suben los precios internacionales de los granos, que nuevamente van a generar ingresos adicionales para el Estado que anhelamos sean bien utilizados, como aliento para generar una mayor producción.
No desconocemos qué hay sectores de población que requieren de asistencia y consideramos que deben recibirla en forma directa, generar intervenciones para "todos" implica que la reciben quienes no lo necesitan y se dilapidan esfuerzos y recursos. ¿Tiene sentido subsidiar el asado al segmento abc1 de la población?
Como dijimos en ediciones anteriores, la corrección de precios era inevitable y necesaria, las variables externas (valores y demanda) e internas (costos de producción) están encontrando su equilibrio y eso nos asegura que habrá estabilidad de valores de referencia durante el próximo trimestre.
Compartimos nuestro deseo por un año 2021 que genere las condiciones de inversión y creación de empleo genuino.