El mercado global de granos atraviesa jornadas de fuerte presión bajista, con foco en la evolución climática en EE.UU., los cambios regulatorios en biocombustibles y las urgencias financieras locales que aceleran ventas de soja.
Según Dante Romano, docente e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, la situación actual está marcada por múltiples factores convergentes: "Si bien el avance de los cultivos es rápido, los primeros reportes de estado de maíz y trigo muestran calificaciones sorprendentemente bajas. Es probable que la soja siga ese mismo camino, lo que pondría al mercado en modo climático muy pronto", advirtió.
Romano explicó que julio y agosto serán meses clave para definir rendimientos en EE.UU. Aun con rindes récord proyectados por el USDA, los stocks podrían caer peligrosamente: "Un escenario de rendimiento más ajustado haría caer la relación stock/consumo al 5%, lo que sin dudas pondría nervioso al mercado".
Mientras tanto, Brasil continúa presionando a la baja: la oferta de soja se mantiene firme, y se suman señales de recuperación en la producción de maíz, así como mayores saldos exportables debido a la gripe aviar.
Biocombustibles: un golpe inesperado para el aceite de soja
Uno de los factores que más impacto tuvo en los últimos días fue el anuncio de posibles exenciones automáticas en EE.UU. para empresas que no logren cumplir con los cortes obligatorios de biodiésel y etanol. "Esto implicaría una menor demanda de aceite de soja, lo que empujó los precios hacia abajo. Aunque hay versiones de que se compensará con más exigencias para otros actores del sector", señaló Romano.
Presión financiera local: ventas aceleradas por necesidad
En Argentina, las lluvias dificultan el cierre de la cosecha de soja y retrasan la recolección de maíz, mientras los productores enfrentan vencimientos y fijaciones contractuales. "La urgencia financiera los obliga a vender, incluso cuando lo lógico sería fijar maíz por mejor precio relativo. Además, el temor a una suba de retenciones a la soja hacia fin de mes también apura decisiones", explicó Romano.
La posición noviembre se ve especialmente castigada, con precios que descuentan un regreso de las retenciones al 33%, lo que se traduce en una quita de casi 26 dólares por tonelada.
El sistema de DJVE también complica la operatoria de exportadores: "Para registrar ventas al exterior deben ingresar divisas, lo que implica adelantar pagos o asumir riesgos financieros. Es un esquema que difícilmente pueda sostenerse más allá de julio", alertó.
Trigo: panorama estable, pero con variables a seguir
El trigo enfrenta un entorno internacional benigno: "El clima en el hemisferio norte ayuda, y no hay noticias alarmantes desde China. En Argentina, el saldo exportable supera la demanda brasileña, por lo que el margen de suba es limitado", sostuvo Romano.
Sin embargo, la acumulación de buques en espera de carga y la falta de oferta por concentración en la cosecha gruesa podrían dar lugar a algunas reacciones de precio. En cuanto a la siembra 2025/26, si bien avanza por encima del promedio, los anegamientos en Buenos Aires podrían limitar el área efectiva.