Incendios en el Amazonas disparan la pérdida de bosques tropicales a niveles récord en 2024
Un nuevo informe advierte que Brasil y Bolivia lideran el ranking de deforestación global, con cifras alarmantes y un rol protagónico del fuego como principal causa de destrucción forestal.
En un 2024 marcado por incendios sin precedentes, la pérdida global de bosques tropicales primarios alcanzó su punto más alto en años, según un informe publicado por el World Resources Institute (WRI) y la Universidad de Maryland. El documento, que analiza datos satelitales, atribuyó a los incendios forestales el 80% del aumento, con 6,7 millones de hectáreas (16,6 millones de acres) arrasadas, un área equivalente al tamaño de Panamá.
Brasil, anfitrión de la próxima Cumbre Climática de la ONU (COP30) en Belem, encabeza la lista de países con mayor pérdida de bosque tropical, con 2,8 millones de hectáreas devastadas, revirtiendo los avances logrados en 2023 bajo la gestión del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.
"Esto es inédito. Tenemos que adaptar todas nuestras políticas a una nueva realidad", advirtió André Lima, responsable del control de la deforestación en el Ministerio de Medio Ambiente de Brasil.
El estudio calificó la situación de "alarmante", subrayando que por primera vez los incendios se consolidaron como la causa principal de la pérdida forestal tropical, fenómeno particularmente preocupante para un ecosistema naturalmente húmedo como la Amazonía.
Bolivia: récord negativo y salto del 200% en la deforestación
El informe también posicionó a Bolivia como el segundo país con mayor pérdida de bosques tropicales en 2024, superando a la República Democrática del Congo, pese a tener menos de la mitad de su cobertura forestal. La deforestación en Bolivia se disparó un 200% debido a una combinación de sequías severas, incendios descontrolados y expansión agrícola promovida por el gobierno.
Un caso excepcional dentro del país fue el del territorio indígena Charagua Iyambae, que logró mantener los incendios bajo control mediante políticas de uso del suelo y sistemas de alerta temprana.
Latinoamérica, bajo fuego
El fenómeno afectó duramente a México, Perú, Nicaragua y Guatemala, donde también se observaron aumentos preocupantes en la pérdida forestal. En Colombia, los conflictos armados y el uso de recursos naturales por parte de grupos ilegales contribuyeron al deterioro ambiental.
A nivel global, los bosques boreales también sufrieron pérdidas récord. Tanto Canadá como Rusia perdieron 5,2 millones de hectáreas cada uno, producto de incendios fuera de control en regiones que sí están adaptadas a fuegos estacionales.
Sudeste asiático: una excepción positiva
A contramano del resto del mundo, países como Malasia, Laos e Indonesia registraron disminuciones de dos dígitos en la pérdida de bosque primario, gracias a políticas de conservación, acciones comunitarias y compromisos del sector privado que lograron contener tanto los incendios como la expansión agrícola.
"Hoy se paga más por destruir que por conservar"
Desde el WRI, su director global de bosques, Rod Taylor, instó a que los líderes aprovechen la próxima cumbre climática para acordar mecanismos de financiamiento más eficaces para la conservación.
"En este momento, hay más dinero en cortar árboles que en mantenerlos en pie", sentenció.