Raigrás bajo lupa: cómo mejorar la productividad con fertilización nitro-fosforada
El raigrás anual gana terreno en campos naturales del río Salado, pero su potencial depende de un manejo preciso y de una fertilización estratégica. Una práctica que puede marcar la diferencia entre un invierno productivo o uno con pasturas marginales.
La promoción del raigrás anual (Lolium multiflorum Lam) en campos naturales de la cuenca del río Salado, al sudeste de la provincia de Buenos Aires, se ha convertido en una práctica creciente para mejorar la producción forrajera en otoño-invierno. Sin embargo, su éxito depende directamente de un manejo agronómico adecuado y del uso inteligente de fertilizantes, especialmente en suelos deficientes en nitrógeno (N) y fósforo (P).
El establecimiento del raigrás en esta región requiere aprovechar el final del verano y el inicio del otoño, cuando las condiciones climáticas permiten una implantación rápida. Pero también demanda eliminación de competencia de especies nativas, y una alta disponibilidad de nutrientes solubles, que muchas veces deben ser suplementados con fertilización.
Dato técnico clave: La mineralización de nitrógeno en invierno es baja. Sin un aporte externo de fertilizantes nitrogenados, la producción será marginal y tardía.
El rol clave del nitrógeno... y del fósforo como "habilitador"
Aunque el raigrás tiene alta respuesta al nitrógeno por su elevada demanda interna, su aprovechamiento real está condicionado a la presencia de fósforo, que frecuentemente está en niveles deficientes en estos suelos. Esto significa que aún en bajas respuestas al P, su aplicación mejora significativamente la eficiencia del N.
Las fuentes fosfatadas más utilizadas incluyen MAP, SPT o DAP, mientras que las fuentes de N varían según condiciones logísticas y económicas:
- Urea
- UAN (urea y nitrato de amonio)
- Sulfato de amonio
- Nitrato de amonio calcáreo (CAN)
La dosis de N a aplicar dependerá más del precio relativo entre carne/leche y el costo de las fuentes nitrogenadas, que de una receta técnica fija.
Ejemplo de respuesta a fertilización nitrogenada:
(Adaptado de De La Vega y Bailleres, 2014)
0 | 900 | - |
40 | 1.600 | +78% |
80 | 2.200 | +144% |
Un aumento del 144% en producción de materia seca puede lograrse con el manejo adecuado.
Si bien las condiciones ambientales juegan un rol central, la clave está en generar un ambiente fértil y sin competencia, con aporte estratégico de fósforo y nitrógeno, para lograr una implantación vigorosa y un forraje de alto valor durante el invierno.
En definitiva, una decisión técnica que puede transformar un campo natural en un recurso productivo clave para el sistema ganadero.