Mercados

Precios en tensión: EE.UU. siembra a gran ritmo y Brasil suma presión con más grano disponible

Mientras avanza la campaña en el hemisferio norte, el mercado global de granos se enfrenta a un combo de oferta en aumento, especulación a la baja y amenazas arancelarias.

 El mercado global de granos atraviesa una fase de alta volatilidad. Según Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral, la campaña en el hemisferio norte avanza a gran ritmo, y con ella crecen las presiones bajistas sobre los precios internacionales.

"Normalmente, en esta época del año, el foco está puesto en la siembra de maíz y soja en Estados Unidos, y el avance es excelente. El clima acompaña y los fondos especulativos ya se posicionan a la baja", señala Romano.

A esto se suma un escenario externo complejo: Donald Trump anunció aranceles del 50% a Europa, lo que podría generar represalias sobre las exportaciones de harina de soja. En paralelo, la gripe aviar en Brasil  podría derivar en una mayor disponibilidad de granos para exportación, justo cuando se avecina una safrinha muy voluminosa.

Trigo: Rusia marca el rumbo, y Argentina mira de reojo

En el mercado de trigo, aunque Estados Unidos y Francia reportaron una baja en la calidad de sus cultivos, aún parten de niveles robustos. Rusia, por su parte, eliminó su precio mínimo de exportación, reforzando su confianza en una cosecha abundante. Esto agrega presión a los precios globales y reduce el margen para Argentina.

"En Argentina aún quedan 5 millones de toneladas por colocar. Brasil solo absorbería 2 millones, y el resto deberá competir con Rusia en mercados más lejanos", advierte Romano.

Aun así, las condiciones para la siembra de trigo 2025/26 son buenas. El problema, según el analista, será repetir la historia si se alcanzan nuevamente las 20 millones de toneladas, con dificultades para colocar el excedente.

Soja y maíz: cosecha afectada, ventas lentas e incertidumbre fiscal

En el plano local, la cosecha sigue condicionada por lluvias que anegaron 700.000 hectáreas en el noreste bonaerense. Aunque las labores se reanudaron parcialmente, el ingreso de grano genera una presión de oferta que podría extenderse algunos días más.

La comercialización avanza con cautela: la soja alcanzó un pico semanal de 1,5 millones de toneladas, pero aún está por debajo del promedio de campañas anteriores. En maíz, los atrasos son mayores.

"Con una soja entre 260 y 270 dólares por tonelada, el interés vendedor es bajo. Esto podría forzar a la industria a mejorar su capacidad de pago para sostener los niveles mínimos de molienda", anticipa Romano.

¿Qué pasa con los derechos de exportación?

El panorama se vuelve aún más incierto ante la inminente definición del Gobierno sobre los derechos de exportación. La prórroga de la rebaja para trigo y cebada hasta marzo de 2025 fue bien recibida, pero persiste el temor por una suba de retenciones para soja, maíz, girasol y sorgo a partir del 30 de junio.

"El impacto más fuerte sería en la soja, con un salto del 26 al 33%, justo cuando la cosecha acaba de finalizar y aún resta comercializar un gran volumen", alerta Romano.

Sin embargo, el mercado todavía no refleja ese impacto: los precios futuros superan a los disponibles, lo que sugiere que los operadores descuentan que la suba podría no concretarse o no aplicarse en los niveles más temidos.

En este escenario, el foco del mercado está puesto en el corto plazo. Los productores buscan trillar, entregar y cobrar para cumplir compromisos financieros. Los exportadores, en tanto, podrían adelantar Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) para congelar condiciones actuales, aunque eso implica mayores riesgos cambiarios.

La campaña 2025 está lejos de ofrecer certezas, pero la tensión entre oferta global abundante, restricciones comerciales y clima local mantendrá la volatilidad en el centro de la escena.

Agrolatam.com