Argentina toma deuda cara mientras el agro sostiene al dólar: ¿cuánto aguanta el campo?
El regreso del país al financiamiento internacional a tasas récord genera alarma, mientras el sector agroexportador sigue siendo el principal sostén de divisas.
El regreso del país al financiamiento internacional a tasas récord genera alarma, mientras el sector agroexportador sigue siendo el principal sostén de divisas. Sin embargo, las dificultades climáticas, los altos costos y la incertidumbre global presionan los márgenes del productor. Un análisis a fondo del complejo equilibrio entre deuda, campo y dólar.
Argentina vuelve a endeudarse: tasa elevada y señales del mercado
Esta semana, el gobierno colocó un bono en pesos con vencimiento en 2030 por USD 1.000 millones a una tasa del 29,5% TNA, por encima del 22-25% que estimaban los analistas. "Este regreso es importante para acumular reservas y responde a exigencias del FMI, pero implica un fuerte esfuerzo fiscal por los pagos de intereses semestrales", explicó Dante Romano, profesor e investigador del Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral.
Según Romano, el nivel de la tasa "descarta un dólar a $1.000 en el corto plazo" y deja expuesta la fragilidad financiera del país.
El agro no afloja: ingreso de divisas y ventas aceleradas
En mayo, el sector agroexportador liquidó USD 3.054 millones, un 17% más interanual y un 21% superior a abril. No obstante, el dato muestra una caída del 3,5% respecto a 2024 al descontar el efecto del CCL. Esto refleja una doble realidad: el agro sigue aportando dólares esenciales, pero también sufre el impacto de condiciones complejas.
"Las ventas de soja se aceleraron en mayo, probablemente por vencimientos de fijaciones. Pero si el productor tiene soja y maíz, con los actuales precios del cereal, puede priorizar vender maíz", indicó Romano.
Clima y logística: obstáculos crecientes en plena campaña
Las demoras por exceso de humedad están afectando la cosecha de maíz tardío y de soja, lo que a su vez complica la siembra de trigo. "El costo de secada es alto y eso influye en la decisión de avanzar. Además, hay una importante cola de buques en espera que puede generar cuellos logísticos", agregó Romano.
Margen estrecho: precios, insumos y relaciones desfavorables
La relación insumo-producto se deteriora. Los precios de los granos bajaron, los fertilizantes fosfatados subieron y solo los agroquímicos mantienen precios bajos. El resultado: márgenes más ajustados para el productor.
El conflicto entre Rusia y Ucrania impulsó el precio del trigo, mientras que la soja y el maíz mostraron firmeza por compras chinas a EE.UU. Sin embargo, el inicio de campaña en Norteamérica con buen clima provocó posiciones especulativas bajistas.
"En maíz, la posición neta vendida es casi récord. Si el rinde en soja no se concreta, los stocks podrían caer a niveles críticos", advirtió Romano. La volatilidad climática y comercial suma presión sobre el mercado.
Factores adicionales: biocombustibles y tensiones comerciales
El futuro del biodiesel en EE.UU. aún no se define, lo que podría impactar en la demanda de soja. Además, EE.UU. duplicó los aranceles al acero y aluminio, afectando a socios como México y Canadá, y generando señales de desaceleración comercial global.
Conclusión: equilibrio frágil y necesidad de políticas claras
Argentina camina sobre una delgada línea: toma deuda cara para sostener reservas mientras el agro sigue generando divisas pese a un contexto desafiante. La sostenibilidad de este esquema dependerá de mejorar las condiciones para el campo, tecnificar, estabilizar el clima de negocios y reducir la volatilidad macroeconómica.