En el marco de su programa para promover la agricultura sostenible y la protección del patrimonio rural, la FAO sumó tres nuevos sitios de América Latina y Europa a su prestigiosa lista de Sistemas Importantes del Patrimonio Agrícola Mundial (SIPAM). Se trata de:
- Lanzarote (España), con su uso de arenas volcánicas.
- Tlaxcala (México), con terrazas ancestrales de maíz, agave y frijol.
- Paraná (Brasil), con un sistema agroforestal de yerba mate que conserva la selva de araucarias.
Estas incorporaciones elevan a 95 los sistemas reconocidos en 28 países, donde prácticas agrícolas tradicionales conviven en armonía con la biodiversidad, las culturas locales y la seguridad alimentaria.
GIAHS/ Mexico, Meteplante.
Viñedos entre cenizas: Lanzarote y el arte de cultivar sobre lava
En la isla de Lanzarote, agricultores locales desarrollaron un sistema único en el mundo que aprovecha las arenas volcánicas para retener humedad, regular temperatura y proteger cultivos. Se extiende por más de 12.000 hectáreas sin necesidad de riego artificial, donde prosperan viñedos, boniatos y legumbres en una de las regiones más áridas de Europa.
©FAO/Jorge de Souza
Tlaxcala: agricultura ancestral que sostiene más de 140 especies autóctonas
El sistema Metepantle, practicado en terrazas por comunidades nahuas de Tlaxcala, México, mantiene un equilibrio productivo entre maíz, agave, frijol, calabaza y plantas silvestres. Este agromosaico milenario garantiza seguridad alimentaria, biodiversidad y continuidad cultural, con más de 40 variedades de maíz y una fuerte base en redes comunitarias de intercambio.
La yerba mate en Brasil: un refugio para la biodiversidad de las araucarias
En el sur de Brasil, el cultivo de yerba mate bajo sombra en sistemas agroforestales tradicionales no solo es fuente de ingreso y soberanía alimentaria, sino también una herramienta para la conservación de uno de los bosques más amenazados del planeta. Este sistema, impulsado por comunidades indígenas y tradicionales, mantiene cobertura boscosa y multiplica especies nativas de flora y fauna.
También China suma tres nuevos sistemas: té blanco, peras y mejillones
En paralelo, China incorporó tres nuevos sitios: el sistema de té blanco de Fuding, el cultivo de peras en terrazas agroforestales en Shichuan, y un modelo de acuicultura circular con mejillones y peces en Deqing. En todos los casos, la integración de cultivos, artesanía y conservación contribuye a sistemas productivos resilientes ante el cambio climático.
Foto cortesía de GIAHS/China
"Estos sistemas vivos son faros que nos muestran cómo adaptarnos a un futuro incierto, sin perder identidad ni sostenibilidad", subrayó Kaveh Zahedi, director de Cambio Climático y Biodiversidad de la FAO.