En un contexto global de crecimiento moderado, Argentina emerge como una de las grandes sorpresas para 2025. Así lo confirma el informe de Perspectivas Económicas de la OCDE, que estima un crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) del 5,2% para el país, el más alto entre las economías latinoamericanas del G20 y solo superado por India a nivel global.
El repunte llega después de una contracción del -1,7% en 2024 y mejora sensiblemente la proyección previa del organismo, que a fines del año pasado estimaba una expansión del 3,6% para 2025. El informe adjudica este giro al cambio de rumbo impulsado por el presidente Javier Milei, con recortes al gasto público, cierre de dependencias estatales, liberalización del mercado de cambios y un acuerdo renovado con el FMI que incluye un crédito de 20.000 millones de dólares.
Otro factor clave es la eliminación de restricciones cambiarias, medida que, según la OCDE, fortalecerá la inversión privada y mejorará la percepción externa del país.
Sin embargo, el camino no está exento de desafíos. Argentina seguirá registrando la inflación más alta del G20, aunque con una marcada tendencia a la baja: del 219,9% en 2024 se espera un descenso al 36,6% en 2025 y al 14,9% en 2026. Aun así, el organismo corrigió al alza su estimación anterior para 2025 (28,4%), al advertir que la estabilización de precios será más gradual de lo previsto.
Las exportaciones, que crecieron más del 23% este año, se desacelerarán al 11,2% en 2025 por la apreciación del peso y las posibles medidas proteccionistas de Estados Unidos. En contrapartida, las importaciones saltarán un 23,9% debido al levantamiento de barreras comerciales, lo que refleja una apertura cada vez más amplia del mercado argentino.
Entre las recomendaciones de la OCDE figuran una consolidación fiscal sostenida, ampliación de la base impositiva, reducción de subsidios y una agenda de reformas que favorezca la productividad.
En comparación regional, Brasil tendrá un crecimiento más moderado del 2,1% en 2025, seguido por México con apenas 0,4%. Estados Unidos, por su parte, crecerá un 1,6%.
Con el mundo avanzando a un ritmo del 2,9%, Argentina -aunque aún con inflación alta y pobreza estructural- se perfila como un país en transformación profunda y con expectativas renovadas.