Cabe mencionar que la segunda mitad del mes presenta una debilidad prevista en la demanda interna. Esta tendencia se intensifica durante la semana, con un aumento en la oferta interna de carne de pollo.
Se observan algunos cambios en el perfil de las negociaciones; las cadenas minoristas han sido más cautelosas en la compra de carne de pollo, ya que los precios tienden a caer aún más debido a la disminución del ritmo de los envíos.
Las autoridades están vigilando de cerca la situación, y el número de investigaciones en curso refleja fielmente esta situación. Las medidas adoptadas por el gobierno, otras autoridades y las asociaciones que rigen el sector están demostrando ser bastante contundentes.
Las estrictas medidas sanitarias han situado a Brasil en una posición privilegiada en el mercado mundial, representando alrededor del 40% de las exportaciones mundiales. La respuesta a este brote de enfermedad ha sido ejemplar. Si las condiciones actuales se mantienen, con un solo caso de la enfermedad en una granja comercial, es muy probable que el flujo comercial entre Brasil y algunos de sus mayores importadores se restablezca rápidamente (China, Sudáfrica, la Unión Europea y Filipinas).
Se espera que los precios internacionales de la carne de pollo muestren una tendencia alcista constante debido a la menor disponibilidad del producto. La falta de oferta para satisfacer la demanda mundial es un factor importante y ahora favorece a Brasil.
La regionalización de los embargos también es muy importante para los países importadores. La industria frigorífica brasileña debería optar por mantener los productos almacenados hasta que puedan exportarse. Con un solo brote de la enfermedad, Brasil debería reanudar las exportaciones a gran escala en menos de 20 días.
Por lo tanto, las reservas representan un costo adicional para el sector. Sin embargo, las pérdidas generales se mitigarían. Cabe mencionar que la avicultura cuenta con herramientas que permiten adaptar la oferta a los desafíos del mercado.
Al tener un ciclo más corto, es posible que este tipo de ajuste sea más eficiente en comparación con la ganadería bovina y porcina. Se prevé que se realicen recortes en el alojamiento.
Los precios deberían caer en el mercado interno, pero sin movimientos bruscos. El brote de la enfermedad de Newcastle en 2024 deja lecciones para el sector. Si la situación actual continúa, es muy probable que se produzca una disminución de los precios, con una fuerte caída en el ritmo de las exportaciones en las semanas posteriores al embargo.
Tras este período de menor fluidez en los envíos, las ventas deberían mostrar un movimiento acelerado, lo que permitirá el flujo del producto almacenado. Brasil necesita urgentemente revisar sus protocolos sanitarios. Esta premisa es válida para todas las proteínas animales que vende el país.
El modelo adoptado en las negociaciones bilaterales con otros importantes productores de carne de pollo debería servir de referencia. Los embargos regionalizados mitigarían las pérdidas, permitiendo mantener un sólido ritmo de exportación incluso con la aparición ocasional de la enfermedad.