A pesar de los nuevos obstáculos comerciales, Brasil logró exportar 48.000 toneladas métricas de carne vacuna a Estados Unidos en abril, según informó Roberto Perosa, presidente de la asociación brasileña de exportadores de carne (Abiec).
La cifra representa un salto impresionante frente a las apenas 8.000 toneladas enviadas en el mismo mes del año anterior. El dato sorprende aún más si se considera que, desde enero, Washington impuso un nuevo arancel del 10% sobre las importaciones de carne vacuna brasileña.
Según Perosa, la clave está en la grave escasez de ganado en Estados Unidos, que disparó la demanda de carne importada, especialmente desde Brasil y Australia. Esto convirtió al producto brasileño en una opción estratégica, incluso con un mayor costo fiscal.
China sigue siendo el principal comprador de carne brasileña, con un incremento del 12% en lo que va del año -equivalente a unas 392.000 toneladas métricas-, pero la oportunidad en el mercado estadounidense se vuelve cada vez más atractiva. En enero, Brasil ya había completado su cuota anual de 65.000 toneladas libres de aranceles, lo que significa que el grueso de las ventas actuales se realiza bajo el nuevo régimen impositivo.
En contextos fuera de cupo, la carne brasileña estaba sujeta a un arancel del 26,4%, al que ahora se le suma este nuevo 10% adicional. Dentro del cupo, el arancel pasó de 0% a 10%.
Según proyecciones de Datagro, Brasil podría superar a Estados Unidos como mayor productor de carne vacuna del mundo en 2026, un hito que consolidaría su liderazgo actual como principal exportador mundial.
La próxima semana, una delegación de frigoríficos brasileños viajará con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva a China, donde por primera vez visitarán ciudades del interior para promover la carne brasileña en nuevos mercados.
Aunque por ahora no se espera que China habilite nuevas plantas exportadoras, podría haber novedades en 2026, cuando concluya la investigación de salvaguardia sobre importaciones cárnicas que lleva adelante Pekín.