Con el precio del ternero de destete un 130% por encima del promedio de los últimos cinco años en dólares, y condiciones climáticas excepcionales para la producción de pasto, el sector ganadero argentino atraviesa una coyuntura que muchos consideran ideal para incorporar tecnología y mejorar la eficiencia de los sistemas productivos.
Según el analista Diego Ponti, el ternero se comercializa en torno a los 3.900 $/kg, con una cotización que, medida en pesos, también supera en un 8% al promedio de los últimos cinco mayos. En tanto, el precio del novillo se ubica un 110% por encima en dólares respecto a igual período de los últimos cinco años, manteniéndose en línea con el promedio en moneda local.
Un mercado firme que sorprende
A diferencia de otros años, abril y mayo -meses de alta oferta estacional- no mostraron caídas pronunciadas en los precios. Ponti destaca que, pese a un volumen de oferta similar a campañas anteriores, la plaza sigue firme, lo que lleva a proyectar un mercado sostenido en los próximos meses.
¿Por qué el mercado sigue firme?
Las razones de este comportamiento son, al menos, tres:
1- Bajo costo relativo de producción: el costo de una recría pastoril representa entre 38% y 44% del precio de venta del animal recriado, cuando en 2020 este costo llegaba al 51-62%. Esto invita a pagar más por el ternero, incluso cuando su valor supera al del novillo gordo.
2- Retención de terneros: muchos criadores, confiados en que el mercado no aflojará, optan por recriar en lugar de vender al destete, reduciendo la oferta inmediata.
3- Excelentes condiciones climáticas: el buen régimen de lluvias impulsa la producción forrajera, lo que acentúa la demanda de los invernadores pastoriles que ven una oportunidad para capitalizar estos kilos de pasto.
Tecnología y estrategia: el combo que se impone
En este contexto, incorporar tecnología ganadera cobra más sentido que nunca. Desde balanzas electrónicas hasta plataformas de gestión, pasando por mejoras en genética, pasturas y sanidad, el actual "viento de cola" económico y climático puede ser el punto de partida para un salto cualitativo en la eficiencia y la rentabilidad del negocio ganadero.
"Es un momento bisagra para modernizar los campos de cría y recría. La relación insumo-producto es favorable, y eso no ocurre todos los años", señala Ponti.
Conclusión: los precios récord, la baja en costos de producción y un clima ideal para el pasto conforman un combo excepcional para pensar en largo plazo y dar el salto hacia una ganadería más eficiente, precisa y rentable.