Un fuerte proceso de ciclogénesis se instalará sobre el este de Argentina desde el jueves, generando un brusco cambio de tiempo: nevadas en la cordillera, eventos intensos de Zonda, lluvias y tormentas en el centro y norte del país. Esta nota analiza los riesgos, beneficios y recomendaciones para productores y la comunidad agropecuaria.
Desde el jueves 13 de junio, se prevé que una ciclogénesis comience a profundizarse en el norte argentino, alcanzando su punto de mayor actividad entre el viernes y el sábado, antes de desplazarse hacia Uruguay. Este fenómeno meteorológico implica el desarrollo de una baja presión en superficie que intensifica la circulación atmosférica, generando un frente frío activo que desencadena lluvias, tormentas y fuertes vientos en amplias regiones del país.
Las zonas cordilleranas de Mendoza, San Juan y La Rioja serán las primeras afectadas por el sistema. Se esperan nevadas intensas en la alta montaña, con acumulados que podrían superar los 50 cm en zonas puntuales. Estas nevadas, si bien representan una dificultad para el tránsito y las operaciones logísticas, aportan un valioso recurso hídrico para los sistemas de riego y el mantenimiento de los caudales en primavera.
Simultáneamente, el viento Zonda se hará sentir en las zonas precordilleranas de San Juan, La Rioja, Catamarca y el norte de Mendoza. Este viento seco y cálido puede generar complicaciones para la salud, provocar incendios forestales y aumentar la evaporación en los suelos, afectando cultivos y pasturas.
A medida que el sistema se desplaza, entre la tarde del jueves y el viernes, se prevé un aumento significativo de la inestabilidad en provincias como Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos, Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. El SMN anticipa tormentas de variada intensidad, algunas de las cuales podrían estar acompañadas por intensas ráfagas de viento, granizo y precipitaciones acumuladas en cortos períodos de tiempo.
Estas condiciones podrían afectar la cosecha de maíz tardío, la siembra de trigo y la logística de transporte en rutas clave para la salida de granos. A su vez, los puertos del Gran Rosario podrían experimentar retrasos por lluvias y vientos, afectando la carga de buques.
Impacto agrícola: entre la amenaza y la oportunidad hídrica
Aunque los eventos climáticos severos representan un riesgo para la operatividad rural, también ofrecen una oportunidad: muchas regiones de la zona núcleo y el norte argentino presentan niveles hídricos por debajo de lo normal, y las lluvias podrían recargar los perfiles de suelo, beneficiando a los cultivos invernales y a las pasturas.
Los especialistas recomiendan extremar las precauciones en zonas vulnerables al viento Zonda y tomar decisiones agronómicas preventivas ante posibles anegamientos. En el caso de tambos y feedlots, es fundamental revisar el estado de instalaciones y accesos.
Condiciones posteriores: aire frío y estabilización progresiva
Tras el paso del sistema, se espera una rotación de vientos al sector sur y un marcado descenso de temperaturas, especialmente durante el domingo. Esta masa de aire frío podría generar heladas dispersas en el centro-sur del país, afectando zonas con siembras tempranas.
La estabilización se producirá de manera gradual, con mejoras hacia el lunes, aunque podrían persistir condiciones de inestabilidad residual en el NEA.
Prepararse es clave: recomendaciones para el sector agropecuario
- Planificar actividades de campo antes del jueves por la mañana, especialmente en tareas de cosecha, siembra o aplicación de insumos.
- Controlar el estado de infraestructuras ante la posibilidad de vientos fuertes y lluvias intensas.
- Verificar accesos y caminos rurales, previendo dificultades logísticas.
- Monitorear cultivos vulnerables al exceso hídrico o al viento, especialmente en zonas con siembras recientes o suelos livianos.
La llegada de una ciclogénesis a Argentina marca un punto de inflexión en el patrón atmosférico otoñal, con implicancias directas sobre la producción agropecuaria. Si bien trae consigo amenazas logísticas y riesgos para la salud vegetal y animal, también puede ofrecer una recarga hídrica clave para sostener los rindes de la campaña invernal. La anticipación y el monitoreo constante son las mejores herramientas para mitigar impactos y aprovechar oportunidades.