¿Qué tan diferente podría ser el comportamiento de El Niño en un mundo más cálido?
Una investigación publicada por la Universidad de Monash en Nature Communications reconstruye el sistema El Niño-Oscilación del Sur (ENSO) durante el Eoceno temprano, una época en la que la temperatura global era hasta 15 °C más alta que la actual. Los resultados ofrecen claves para entender cómo podría evolucionar este fenómeno en el contexto del cambio climático.
ENSO es un patrón climático que regula la atmósfera y el océano, afectando regiones tan dispares como Australia, Asia y Sudamérica. En Argentina, por ejemplo, La Niña suele traer sequías e incendios, mientras que El Niño se asocia a lluvias intensas e inundaciones.
Un planeta diferente: el Eoceno como laboratorio climático
El estudio se enfocó en un momento de la historia de la Tierra ocurrido hace unos 50 millones de años, cuando el Pacífico tropical era 1,5 veces más ancho que hoy. Esta configuración afectaba directamente la dinámica de vientos y corrientes oceánicas, elementos clave en el desarrollo de ENSO.
"Eso cambió la forma en que el océano y la atmósfera interactuaban, dando como resultado un ENSO más fuerte y con ciclos más largos que los actuales", explicó el Dr. Abhik Santra, líder del estudio.
Mapa de las temperaturas anómalas durante diciembre de 1997, durante uno de los eventos El Niño más intenso de la historia reciente.
Usando modelos climáticos avanzados, los científicos lograron distinguir los efectos del CO del impacto de la tectónica de placas, ofreciendo una visión más clara de qué esperar a medida que suben las temperaturas globales.
¿Un ENSO más débil en el futuro? El hallazgo que sorprende
Contra lo que muchos modelos climáticos anticipaban, el estudio señala que una vez que el calentamiento global se estabilice, el ENSO podría debilitarse levemente, en vez de intensificarse.
"Nuestro análisis sugiere que la relación entre el calentamiento global y la variabilidad del ENSO es más compleja de lo que se creía", afirmó Santra.
Temperaturas anómalas de la superficie oceánica en octubre de 2015, durante el mayor evento El Niño del siglo XXI, hasta el momento.
Este dato contradice la idea ampliamente extendida de que el cambio climático agravará automáticamente los eventos extremos asociados a El Niño y La Niña.
Mirar al pasado para entender el futuro
El equipo de Monash seguirá explorando el paleoclima para prever patrones ocultos y entender cómo podrían reaccionar los sistemas climáticos actuales. En un contexto donde la variabilidad del clima impacta de lleno en la agricultura, la producción y la gestión de recursos, comprender el pasado puede ser la clave para anticiparse a los desafíos del mañana.