Junio arrancará con un giro climático brusco en EE.UU.: altas temperaturas y déficit hídrico preocupan al agro
El cierre de mayo vino marcado por fuertes lluvias en zonas clave del sur de EE.UU., como Oklahoma, Misuri y Arkansas, con acumulados que en algunos casos superaron los 125 mm. Incluso se reportaron tormentas con granizo del tamaño de pomelos en Texas. Pero este escenario dará paso a una nueva fase climática, más calurosa y seca, especialmente en el Oeste, el Midwest y el Sur profundo, según meteorólogos de BamWX y NOAA.
"La primera semana de junio traerá temperaturas superiores a 100°F (38°C) en el sur de Texas, y máximas de 85°F a 95°F (29°C a 35°C) en zonas del Midwest, el Suroeste y el Sudeste", alertó Michael Clark, experto climático de BamWX.
Las temperaturas más frescas que dominaron mayo no acumularon unidades térmicas suficientes para el desarrollo agrícola. Pero el calor que viene podría acelerar la evaporación y acentuar el estrés hídrico, sobre todo en cultivos sensibles en la etapa de siembra o brote, como maíz y soja.
¿Y la lluvia?
El pronóstico a corto plazo prevé más lluvias en el Sudeste, con acumulados de hasta 100 mm, aunque en regiones donde ya hay exceso hídrico. En cambio, el centro y norte del país tendrán un respiro de las lluvias, lo que mejora la logística de siembra pero puede afectar el abastecimiento hídrico del suelo a mediano plazo.
El pronóstico mensual de NOAA anticipa un junio más seco de lo normal en el Oeste y Centro de EE.UU., con precipitaciones por debajo del promedio. Sin embargo, Clark advierte que los modelos aún muestran cierta actividad frontal, lo que podría derivar en algunas tormentas más hacia mediados de mes.
Impacto en el agro y riesgo de prevent plant
La persistencia de lluvias en el sur del país ha complicado la siembra y hay preocupación por un aumento de los acres bajo régimen prevent plant. Mientras tanto, el norte y oeste podrían enfrentar un panorama opuesto: falta de agua y calor excesivo, justo cuando el maíz entra en etapas críticas.
"El patrón activo que vimos esta primavera podría detenerse pronto, dando paso a un junio típicamente caluroso y seco. Pero no descartamos aún más irrupciones de aire frío o lluvias esporádicas", concluyó Clark.
Con el verano a la vuelta de la esquina, el agro estadounidense entra en una fase clave, con el clima como protagonista. Y lo que ocurra en junio marcará el rumbo de los mercados y rendimientos en la segunda mitad del año.