La Bolsa de Comercio de Rosario volvió a ser escenario de un debate estratégico: el futuro de la Hidrovía del Paraná, la arteria fluvial que conecta el corazón productivo del país con el mundo, concentró la atención de funcionarios nacionales, representantes provinciales y actores del sector privado que buscan incidir en el próximo esquema de licitación.
La convocatoria estuvo a cargo de la Agencia Nacional de Puertos y Navegación (ANPyN) y formó parte del ciclo de Mesas Interdisciplinarias para el Desarrollo Fluvial. El objetivo: delinear los lineamientos técnicos y políticos del nuevo pliego de concesión para la Vía Navegable Troncal (VNT), tras el fallido proceso licitatorio anterior.
Durante la jornada se expusieron propuestas concretas y preocupaciones compartidas. El dragado permanente, la modernización del balizamiento, el monitoreo digital y una mayor profundidad del canal fueron algunos de los reclamos recurrentes de los sectores productivos y logísticos.
"Es indispensable asegurar la continuidad operativa. No podemos darnos el lujo de una interrupción en el dragado en pleno contexto de bajantes extraordinarias como las que vivimos en los últimos años", advirtió uno de los técnicos presentes, con respaldo de autoridades de varias provincias litoraleñas.
Mayor profundidad, menor congestión
Uno de los puntos más discutidos fue la profundidad del canal navegable. Si bien el pliego anterior proponía 38 pies, sectores como el agroexportador presionan para llevarlo a 42 pies. No es un detalle técnico menor: la competitividad de la exportación argentina depende en buena medida de cuánto grano puede llevar cada barco.
"El ancho y la profundidad van de la mano. Son inseparables para garantizar maniobras seguras y eficientes", argumentaron desde la Cámara Naviera Argentina, que junto al Centro de Navegación ya había elevado un documento con propuestas a la ANPyN.
También hubo reclamos por mejorar las zonas de cruce y sobrepaso, y reducir al mínimo las áreas de no cruce, que generan cuellos de botella en momentos de alta circulación.
Control y tecnología en un canal estratégico
La seguridad de la navegación también estuvo en el centro del debate. La modernización del sistema de balizamiento, el uso de sensores y herramientas de monitoreo digital, y la apertura de datos en tiempo real fueron señalados como ejes imprescindibles.
"Necesitamos información clara y accesible. La transparencia no es solo una cuestión institucional, es una herramienta de gestión logística", plantearon desde el sector exportador.
En paralelo, se discutieron medidas para reforzar los controles sobre el canal como barrera frente al narcotráfico y otros delitos. La hidrovía, además de vía comercial, es una frontera fluvial con desafíos propios.
Jurisdicciones y gobernanza
Un punto sensible fue la distribución de competencias. Los representantes navieros pidieron que el dragado de accesos a puertos siga bajo jurisdicción provincial. "Cada provincia conoce sus particularidades. Centralizar esa tarea podría ser contraproducente", advirtieron.
Por parte del Gobierno, la ANPyN adelantó que continuará con estas mesas en cada provincia ribereña, buscando consenso para una licitación "participativa, técnicamente solvente y transparente".
El futuro de la hidrovía no es solo una cuestión de infraestructura. Es una apuesta política, económica y estratégica que, si se diseña bien, podría marcar un antes y un después en la logística argentina.