Mientras el presidente Javier Milei conmemoraba el Día de la Bandera en el Campo Argentino de Polo, el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, eligió quedarse en Rosario. Frente al Monumento a la Bandera, y acompañado por la vicepresidenta Victoria Villarruel, volvió a poner sobre la mesa un viejo reclamo del interior: el fin de las retenciones al campo.
"Vamos a defender al campo y le vamos a pedir al Gobierno Nacional que termine con las malditas retenciones", lanzó Pullaro en un acto que combinó el simbolismo patrio con un fuerte mensaje político. El gobernador marcó distancia y puso al agro como eje central de su discurso: "El interior empuja todos los días por el país. La única salida es fortalecer el sistema productivo".
El pedido no fue improvisado. El 30 de junio vence la rebaja temporal de las alícuotas de exportación que el Gobierno nacional había dispuesto para soja (del 33 al 26%) y maíz (del 12 al 9,5%). Si no se prorroga, los derechos volverán a su nivel anterior, afectando especialmente a provincias como Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos.
La Bolsa de Comercio de Rosario advirtió que el regreso de las retenciones plenas significaría una pérdida de US$ 227 millones solo para los productores santafesinos. El mercado ya da señales: los productores están acelerando ventas ante la inminente suba impositiva.
Pullaro también pidió que los recursos generados por las provincias vuelvan en forma de obras e infraestructura: "No pedimos más, pedimos lo justo. Que lo que se genera en el interior regrese para mejorar caminos, escuelas y hospitales".
Y cerró su mensaje con una frase cargada de significado: "El 20 de junio no es una fecha más. Es el día en que reafirmamos que la bandera no se baja, se defiende. Que la patria no se entrega, se construye".