El posible regreso de los Derechos de Exportación (DEX) a los niveles previos al Decreto 38/2025 despierta alarma en el corazón productivo del país. Según un informe elaborado por el Distrito Entre Ríos de la Sociedad Rural Argentina (SRA), la medida representaría una transferencia adicional de 971 millones de dólares desde la Región Centro -que incluye a Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos- hacia el Estado nacional.
La cifra es elocuente, pero su dimensión real se mide mejor en ejemplos concretos: ese monto equivale a 1.846.007 terneros, es decir, un 62% más que toda la producción anual de Entre Ríos. O bien, a 1.712.522 hectáreas de soja, superando en un 35% la superficie sembrada en esa provincia. También podría traducirse en 10.124 tractores nuevos, esenciales para sostener la eficiencia y modernización del agro.
Actualmente, los productores del centro del país aportan el 58% de los DEX agrícolas recaudados por el Estado, con una contribución estimada en 3.811 millones de dólares para la campaña 2024/25. Si se elimina la reducción transitoria dispuesta por el Ejecutivo, el total nacional escalaría a unos 8.195 millones de dólares.
El Decreto 38/2025 -que vence el 30 de junio- había dispuesto una baja parcial y temporal de los DEX en un contexto de precios internacionales deprimidos y costos internos en alza. Sin embargo, ese escenario no ha cambiado. De no renovarse la medida, las retenciones volverán a subir: la soja pasaría del 26% al 33%, el maíz y el sorgo del 9,5% al 12%, y el girasol del 5,5% al 7%.
Desde las entidades del agro, crece la preocupación por el impacto directo que esto tendría en los márgenes de rentabilidad de miles de productores, y por las consecuencias que podría tener sobre el empleo, la inversión y el arraigo en el interior productivo.