Esta dinámica se reflejó también en el mercado local de Rosario, donde el precio de la soja se situó en torno a los $260.000, estableciéndose finalmente en $262.000 con un volumen limitado de operaciones.
El trigo, por su parte, sufrió una caída en el mercado internacional, influenciado por la reducción de precios en Rusia, el principal exportador mundial del cereal. Esta situación ha intensificado las preocupaciones sobre la competitividad en el mercado de exportaciones.
En cuanto al maíz, los futuros cotizaron levemente a la baja, reaccionando a la notificación del USDA sobre existencias finales estadounidenses superiores a las anticipadas. Sin embargo, se registró una disminución en la estimación de cosecha de maíz en Brasil, lo que podría influir en el comportamiento futuro del mercado.
En Rosario, el disponible de maíz alcanzó los $150.000, con precios que variaron ligeramente según la ubicación de entrega, llegando a $153.000 en Bahía Blanca. El trigo, por otro lado, mantuvo un precio del disponible en $180.000, tanto en Rosario como en Bahía Blanca, reflejando la tendencia observada en los mercados internacionales.
Este escenario subraya la volatilidad del mercado agrícola y la importancia de las estimaciones de producción y existencias en la determinación de precios, tanto a nivel local como internacional. La soja emerge como el cultivo con mejor desempeño en este contexto, beneficiándose de las condiciones climáticas adversas que afectan la producción en Brasil, uno de sus principales competidores.
