Todo recurso escaso en la Argentina genera hoy un listado VIP de beneficiarios: ya sea de vacunas, dólares al tipo de cambio oficial, permisos para importación o productos fuera del régimen de Precios Máximos. El mecanismo es el mismo, sólo cambian las personas y el "fee" de admisión al VIP Lounge.
A veces es gratuito y por cercanía ideológica y en otras ocasiones hay otras compensaciones para ser incluidos. Cambian también los funcionarios, los Wally Diamante (RR.PP.) de la política, que elaboran esas listas VIP, desde el despedido Ginés González García a Matías Kulfas y Ariel Schale en Producción.
Acaso en el constante devenir de escándalos en la Argentina, el peso del affaire de las vacunas se diluya antes de las elecciones de octubre. El plan económico del Gobierno hasta los comicios goza del viento de cola que llega con la suba de 50% interanual en la soja.
¿El campo salvará al kirchnerismo en las elecciones de octubre? En el BCRA no imaginaban un verano tan calmo en materia cambiaria. Miguel Pesce no sale de su asombro pero, amante de las cábalas, no da por ganado el partido. Este mes viene sobreviviendo a la demanda de dólares que tuvo por el pago de la deuda de YPF y vencimientos de bonos de CABA (a pesar de la presión de Martín Guzmán a Horacio Rodríguez Larreta para que reestructure deuda y castigue a bonistas).
Los productores agropecuarios aumentaron la liquidación de la soja en silobolsas: retener con la soja a u$s 331 no es lo mismo que cuando cotiza a u$s 500. Ahora son más los economistas que creen que el gobierno puede llegar a las elecciones sin fuertes sobresaltos en el tipo de cambio oficial. Lo que pase en noviembre, tras las elecciones, no importa en el equipo económico. La orden es llegar a esa meta.
Pero el control del dólar oficial no logra esconder otros serios problemas de la economía. ¿Qué está aconteciendo con las importaciones? Los controles se mantienen férreos y varias empresas industriales están al límite de parar la producción en marzo si no les autoriza el secretario de Industria Schale la importación de insumos.
Rige una tácita norma en el Ministerio de Producción y es: "lo que se fabrica en la Argentina no se puede importar". No importa si es de mejor calidad y menor precio. Los consumidores van y vienen; lo que importa es resguardar a los dólares del BCRA y a los empresarios amigos. Kulfas ya comenzó con los llamados a empresarios industriales que vienen aumentando precios por encima de la inflación mensual.
El único consuelo industrial es que aún no impusieron, por el momento, niveles de integración local como se hiciera con Débora Giorgi en Industria, en la última gestión de Cristina Kirchner. Esa medida, por ejemplo obligar a que una parte o porcentaje de un termotanque sea "made in Argentina", elevaría los precios aún más, con límites en simultáneo a la producción mensual.
Este jueves el Indec dará a conocer el intercambio comercial de enero y dejará al descubierto la velocidad con la que está esfumando el superávit comercial. Un día antes, se informará el dato de actividad económica de diciembre. El control del dólar oficial no esconde tampoco el tibio rebote que va teniendo la economía con el paso de la pandemia.
Es como cuando una acción en la Bolsa cae 50% en un año, de $100 baja a $50, y al año siguiente sube 10% de $50 a $55: ¿Se puede festejar ese 10% de suba? Las ventas de televisores en la Argentina se estiman este año en 2,3 millones de unidades, lo que significa un 15% por encima del 2020. En 2015 se vendieron 4 millones de televisores.
El mercado financiero viene reflejando todos estos movimientos. Los bonos que pagan en función de la evolución del dólar oficial, los "dollar linked", pierden atractivo frente a los que ajustan según el CER o la inflación. De todas maneras, el que se quemó con el INDEC, ve al IPC y llora: los inversores en los bonos indexados por inflación ya temen que, de seguir los precios en aumento, vuelva el kirchnerismo a pedir la intervención en el Indec. Marcos Lavagna, garantía de resistencia, pasaría a ser un funcionario clave en ese eventual contexto.
Lo que tampoco esconde el control del dólar oficial hasta octubre es, al decir de la senadora Lucila Crexell, la "esquizofrenia impositiva" imperante en el país. Se trata en la cámara Alta esta semana el consenso fiscal que permite a las provincias subir Ingresos Brutos y recaudar $70 mil millones en 2021.
La suba del mínimo no imponible de Ganancias lanzada por Sergio Massa, que beneficia al 10% de los asalariados de mayores ingresos en la Argentina, una medida VIP, pasa para marzo con la oposición combatiendo por ser más generosa en su alcance.
El agujero fiscal que genera será problema de Martín Guzmán. Se viene el pago del Impuesto a las Altas Fortunas a fin de marzo, lo que hizo que muchos contribuyentes, ya ingresaran sus dólares al país a través del "contado con liqui".
Los grandes ganadores de esta ley son los abogados tributaristas que cobrarán honorarios por el pedido de inconstitucionalidad y la presentación de amparos.
Hay caos porque para los pagos hay que contabilizar tenencias al 18 de diciembre: los contribuyentes que tienen acciones en empresas tienen que valuarlas a esa fecha, por lo que hay que efectuar balances específicos por cada empresa al 18 de diciembre.
¿Cómo se valúan autos y propiedades al 18 de diciembre? Muchos agujeros negros en la ley que complican su aplicación. El caos se extiende a los monotributistas en la Argentina, a los que no se les actualizó las categorías para su encuadramiento, no son VIP, y en abril comenzarán las bajas de oficio de este régimen.
Todo pasa por el objetivo del kirchnerismo de lograr mayoría en Diputados en las elecciones de octubre y así tener al Congreso de aliado. La amenaza a esa meta electoral son los escándalos de los listados VIP y la propia mala praxis económica más que la posible suba del dólar oficial. Basta ver lo que está sucediendo con el precio de los alquileres, que tras la ley y la obligación de registrar contratos desde marzo, no paran de subir. Todo al revés en la Argentina.