Agricultura

Trigo: pese al clima, el campo garantiza una alta liquidación de divisas

Por factores climáticos, las proyecciones de cosecha cayeron en 300.000 toneladas, que impactará en Buenos Aires y Santa Fe. Más allá de esta situación puntual, el buen nivel de precios internacionales permitirá compensar caídas en la producción.

La cosecha de trigo sufrió un recorte en sus estimaciones y caerá en 300.000 toneladas, de acuerdo a proyecciones privadas. Las altas temperaturas y la falta de lluvias impactaron en el cereal, además de retrasar la trilla del cultivo, que se encuentra sobre el 11% de la superficie implantada. Más allá de este escenario, se prevé un volumen de producción de 20 millones de toneladas, que permitirá asegurar el ingreso de divisas para fin de año.

Con el actual nivel de precios internacionales, cercano a los USD300 por tonelada, cualquier caída en la producción se verá compensada por las cotizaciones en Chicago. Según estimaciones de consultores granarios, entre noviembre y diciembre se liquidarán dos millones de toneladas de trigo, que generarán USD630 millones.

Con un saldo exportable que oscilará entre los 13 y 13,5 millones de toneladas, el cultivo sumará -a valores actuales- USD4.252 millones, que para las arcas fiscales aportarán USD510 millones en concepto de derechos de exportación.

Analistas granarios consultados por este medio reconocieron que la producción puede ser mayor a las 20 millones de toneladas, situación que permitirá incrementar el ingreso de dólares. Uno de los escenarios que plantean es una cosecha de hasta 22 millones de toneladas, con un saldo exportable de 15 millones de toneladas, que se traduce en exportaciones por USD4.725 millones y USD567 millones en ingresos por retenciones para el Gobierno.

Entre diciembre y marzo de 2022, las ventas externas del cereal sumarán USD2.500 millones de dólares y en los dos primeros meses del período llegarán los ingresos de dólares más fuertes.

El escenario alcista de precios se refleja en el volumen de compras por parte de la exportación, que aumentó en relación al año pasado. Hasta mediados de octubre, la industria adquirió 8 millones de toneladas, cuando en el mismo período de 2020 había comprado 5,2 millones de toneladas. En paralelo, las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) sumaban 9 millones de toneladas para esa fecha, unas 4,5 millones más en relación al año previo.

Esta caída en los rendimientos del cereal impactarán en Buenos Aires y Santa Fe, con un ajuste de 1.600 y 1.000 kilos por hectárea, respectivamente. Un factor que pondrá un freno a estas posibles caídas es que al momento de la siembra, los productores aplicaron niveles récord de fertilizantes, según la BCR.

Por Andrés Lobato

Fuente: Diario BAE