Agricultura

Estrategias de Mantenimiento del Suelo: Cubrirlo en Todo Momento

El fenómeno climático El Niño, con perspectivas de lluvias excepcionales, pone en primer plano la importancia de adoptar cultivos de servicio para mantener los suelos bajo cobertura.

Expertos del INTA destacan los múltiples beneficios de esta estrategia, que incluye mejoras en la infiltración de agua, captura de nutrientes y reducción del riesgo de erosión hídrica.

Con la posibilidad de que el fenómeno climático El Niño traiga consigo precipitaciones inusuales en algunas regiones, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) resalta la necesidad de emplear cultivos de servicio como parte de una estrategia de manejo sustentable. Estos cultivos, al mantener los suelos cubiertos, contribuyen en gran medida a desarrollar una estructura porosa en el suelo, lo que permite la infiltración del agua y la captura de nutrientes, al mismo tiempo que reduce la exposición directa a las lluvias intensas. Esta práctica es vital para prevenir anegamientos y la erosión hídrica, al tiempo que mejora la salud general del suelo.

Los cultivos de cobertura (CC) ofrecen una serie de beneficios que van más allá de la protección contra las inclemencias climáticas. Entre sus ventajas se encuentran el aumento del carbono en el suelo, el control de malezas resistentes a herbicidas y la mejora de la actividad biológica en el suelo. En Argentina, se utilizan diversas especies, incluyendo gramíneas como el centeno, el triticale, el trigo y la avena, así como la vicia entre las leguminosas.

Marcelo Beltrán, investigador del Instituto de Suelos del INTA, subrayó la importancia de estos cultivos para prevenir inundaciones y mantener la porosidad del suelo. En períodos con altas precipitaciones, los CC absorben el exceso de agua, que se emplea para fijar carbono y aumentar la materia orgánica del suelo. Además, esta práctica contribuye a la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero. La estructura del suelo se vuelve más saludable y capaz de infiltrar agua para su uso en cultivos comerciales, lo que impacta positivamente en los rendimientos.

Patricia Carfagno, investigadora del mismo instituto, señaló que los CC son esenciales en suelos con baja capacidad de almacenamiento de agua, ya que reducen el riesgo de anegamiento. Estos cultivos aumentan la infiltración y retienen el agua, lo que controla mejor las escorrentías y minimiza los riesgos. Con la llegada del fenómeno El Niño, los CC se convierten en una herramienta esencial, ya que ayudan a disminuir el anegamiento y a recargar el perfil del suelo.

Ante el posible aumento de las precipitaciones, los expertos sugieren precauciones adicionales en terrenos con pendientes pronunciadas y recomiendan sembrar perpendicularmente a la pendiente. Además, proteger la superficie del suelo con cultivos de cobertura es crucial para reducir el efecto erosivo de las lluvias intensas.

La práctica de mantener los suelos cubiertos a través de cultivos de servicio emerge como una decisión estratégica no solo para enfrentar los desafíos climáticos, sino también para promover la salud y la productividad a largo plazo de las tierras agrícolas. 

Agrolatam.com