Agricultura

China impulsa la adopción de cultivos transgénicos: Nuevas importaciones y aprobaciones marcan un cambio de política

En un movimiento significativo que podría redefinir el panorama agrícola global, China ha aprobado la importación y producción nacional de nuevas variedades de cultivos transgénicos,

Incluyendo soja y maíz, con el objetivo de fortalecer su seguridad alimentaria y reducir la dependencia de las importaciones. Esta decisión, que involucra la expansión de áreas de siembra de estos cultivos a nivel nacional, marca un cambio significativo en la política agrícola del gigante asiático.

El Ministerio de Agricultura de China ha dado luz verde a seis variedades más de maíz genéticamente modificado, dos de soja y una de algodón para producción nacional, así como dos variedades de soja con edición génica. Estas aprobaciones se extienden a lo largo del país, superando las restricciones previas que limitaban ciertos cultivos a zonas específicas.

Entre las variedades aprobadas para importación destaca la soja genéticamente modificada DBN8002, desarrollada por Beijing Dabeinong Technology Group, que también se encuentra autorizada para la siembra en Argentina, así como un híbrido de maíz de Corteva tolerante a herbicidas.

Este avance es especialmente relevante considerando que China es el mayor importador mundial de soja y maíz, lo que significa que las variedades de cultivos transgénicos aprobadas por China pueden influir significativamente en las decisiones de siembra a nivel internacional. Los agricultores están pendientes de estas aprobaciones, ya que las variedades que China elige comprar definen en gran medida las tendencias del mercado.

La apertura de China hacia los cultivos transgénicos no solo permite a las empresas chinas desarrollar y comercializar estas semillas, sino que también potencia su posición en el mercado global de semillas, ofreciendo ventajas significativas para las empresas chinas en el extranjero. Con esta estrategia, se espera que la adopción de cultivos transgénicos gane impulso y que Beijing se muestre más proactivo en las aprobaciones de importación.

Aunque China ha procedido con cautela en la implementación de tecnologías para organismos genéticamente modificados (OGM), su postura está evolucionando hacia una mayor aceptación de la producción de cultivos transgénicos, como se evidencia en la reciente emisión de licencias para que empresas cultiven y vendan semillas de maíz y soja transgénicas en el país.

La penetración de los cultivos genéticamente modificados en el mercado chino podría alcanzar el 85% en los próximos tres a cinco años, una vez que la industria se haya comercializado completamente. Este cambio en la política agrícola de China refleja una estrategia deliberada para aumentar los rendimientos de cultivos internos y reducir la dependencia de las importaciones, que actualmente superan los 100 millones de toneladas al año, fortaleciendo así la seguridad alimentaria del país.

Agrolatam.com