Mientras en Argentina el consumo de carne se desploma, Uruguay alcanza su récord en nueve años
En un escenario regional marcado por la caída del consumo cárnico, Uruguay sorprende con un repunte histórico: casi 100 kilos por persona en 2024, mientras que en Argentina el consumo está en mínimos históricos.
Mientras Argentina enfrenta una de las peores crisis de consumo cárnico de las últimas décadas, con registros por debajo de los 45 kg per cápita anuales, Uruguay consolida su cultura carnívora con un repunte que lo ubica en 99,3 kilos por persona, el valor más alto desde 2015.
Según el Instituto Nacional de Carnes (INAC), el consumo de carne en Uruguay en 2024 aumentó 6 kilos respecto al año anterior, marcando una recuperación sostenida de la demanda interna.
Con 48,3 kg por persona, la carne vacuna se mantiene como la proteína más consumida, seguida por 25,5 kg de carne aviar y 22,9 kg de carne porcina. El único descenso fue en la carne ovina, que bajó levemente a 2,6 kg.
"La cultura del asado sigue firme y en alza, algo que en Argentina hoy está en riesgo por el impacto de la inflación y la baja del poder adquisitivo", apuntaron desde el sector.
En vísperas del feriado del 1º de mayo, los uruguayos compraron 10.000 toneladas de carne para asado, según informó Luis Avero, presidente de la Asociación de Distribuidores e Importadores de Carne del Uruguay. El dato subraya la vitalidad del mercado interno y la centralidad del asado en la identidad nacional.
El informe del INAC detalla que el 69,2% de la carne consumida proviene del circuito productivo uruguayo, mientras que el 30,8% restante corresponde a importaciones, principalmente en el segmento porcino.
Uruguay no solo es reconocido como exportador de carne premium, sino que también mantiene una de las tasas de consumo interno más altas del mundo. En contraposición, Argentina, históricamente líder en consumo cárnico, hoy atraviesa un retroceso notable, condicionado por la crisis económica.